Vista de un balcón del hotel covid donde se alojan algunos de los estudiantes que visitaron Mallorca en viaje de estudios y que han tenido contacto con positivos. | CATI CLADERA

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«Había buen ambiente hasta que llegaron los estudiantes. El alojamiento y la comida son gratuitos, todo lo paga el Govern». Es el testimonio de un hombre que se encuentra aislado en el mismo hotel COVID de los estudiantes peninsulares. Al igual que los jóvenes del macrobrote de Mallorca, originado en los viajes de estudios, se encuentra pasando cuarentena en Palma y defiende el trato recibido por los sanitarios y autoridades de la Isla.

El Corriere della Sera recoge este testimonio de un joven de 30 años que se aloja en una habitación del cuarto piso del hotel desde el viernes 25 de junio. Juan dio positivo en COVID hace un poco más de una semana y decidió pasar la enfermedad asintomático en el hotel puente, ya que no tiene suficiente espacio en su casa. «La comida se prepara en el hospital de Son Espases, de allí nos la traen. Recibimos cuatro comidas al día», explica.

El joven asegura que su estancia en el hotel COVID del Paseo Marítimo ha sido placentera hasta que llegada de los estudiantes. «Charlé con los demás aislados, nos apoyamos. Hubo buen rollo», asegura. Sin embargo, con la llegada de los jóvenes peninsulares la situación cambió radicalmente para mal. «Gritan todo el tiempo, ponen la música a todo volumen, sin importar quién está enfermo y necesita descansar. Es así durante 20 horas al día», denuncia. Y añade: «Corren por los pasillos, incluso si está prohibido salir de tu habitación. Usan el teléfono fijo para hacer bromas telefónicas a otros enfermos y a la recepción y así colapsan la línea».

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El afecto asegura que le están «complicando mucho los días» debido a su comportamiento incívico el con el resto de personas en cuarentena. «Tiran frutas y platos de espaguetis desde los balcones. La chica de la habitación contigua a la mía amablemente les pidió que bajaran la música. En respuesta le arrojaron una manzana», cuenta.

La denuncia de este joven aislado en el mismo hotel que los estudiantes se suma a la de la Policía Local de Palma. Los agentes han tenido que personarse en el establecimiento debido al mal comportamiento de los jóvenes. La dotación policial se ha desplazado al lugar donde se había producido el lanzamiento de objetos y gritos a los viandantes y al requerir a los jóvenes que depusieran su actitud, éstos obedecieron las indicaciones de los agentes.

Por otra parte, los agentes también ha confirmado que los bares de la zona están suministrando bebidas alcohólicas a los jóvenes aislados a través de cubos y sábanas por los balcones. Cabe recordar que algunos de los estudiantes en cuarentena son menores de edad.