De la Concha sostiene una mascarilla alusiva al producto balear en la puerta de la Conselleria. | Pilar Pellicer

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Mae de la Concha dejará en octubre la secretaría general de Podemos en Balears pero de sus palabras se desprende que su idea es continuar como consellera d’Agricultura, Pesca i Alimentació y que nadie en su partido le pedirá que se vaya. Tampoco ve motivos, elogia a su equipo y presume de su buena relación con el sector.

¿Por qué deja la secretaría general?
—Mucha gente en Podemos, no sólo yo, tiene claro que estamos temporalmente en la política, que la vida política es una carrera de relevos. Llevo diez años, dos en la Conselleria, y la próxima legislatura es la del relevo.

¿Seguirá como consellera cuando no sea secretaria general?
—Estoy a disposición del partido donde crea que puedo ser más útil, pero creo que esta Conselleria está funcionando bien. Tenemos un buen equipo, amplio reconocimiento del partido aquí y a nivel estatal y también del sector, con quien siempre hemos colaborado. Tenemos reformas estructurales en marcha que tienen que culminar. Casi le diría que continuaré pero es algo que corresponde al partido.

Recibe usted más críticas en el Parlament por su gestión que desde las asociaciones agrarias...
—Siempre hemos trabajado con ellas y con todo el sector. Todo se negocia en mesas específicas. Ese ha sido el objetivo desde el primer momento y creo que eso se agradece. El juego parlamentario es muchas veces una partida de ping pong. Yo preferiría menos ping pong y más colaboración. Lo que la ciudadanía nos pide es que nos pongamos de acuerdo y lo que le gustaría es que colaborásemos más.

Siempre se le recordará por decir que no podría trabajar sin el plus de residencia de 20.000 euros...
—Fue un lapsus. Me expliqué fatal, ni siquiera se estaba hablando de mi situación. Lo reconocí en su momento y entiendo que mucha gente se disgustara por esa respuesta. No me supe explicar. Espero que sea un asunto zanjado.

Dijo usted antes de la pandemia que los viajes ‘low cost’ iban a ser pasado y que el transporte aéreo se encarecería. ¿Puede Balears abastecerse con lo que produce?
—El mundo está cambiando, tendremos que tomar algunas decisiones antes de lo que habíamos previsto. Por lo que se refiere al sector primario, estamos peleando en la negociación de la PAC para afrontar este asunto. Y si hablamos del mundo en general, estamos ante un mundo en cambio y una crisis energética que nos obliga a replantearnos muchas cosas. La insularidad es una desventaja que penaliza al sector agrícola y ganadero. Por eso ponemos recursos.

El presupuesto de su Conselleria no es como para tirar cohetes...
—El presupuesto propio de la Conselleria es, digamos, para funcionamiento interno. Lo que de verdad importa son los fondos de la PAC y los fondos europeos. Ahí es donde ponemos el esfuerzo. Además, tenemos otra oportunidad con los fondos Next Generation, fundamentales para resolver el problema del agua. Somos una comunidad sin ríos ni lagos y el agua es imprescindible. De momento, ya hemos conseguido recuperar todas las balsas y canales de riego que estaban en desuso. Y tenemos un plan de regadío para transformar en zonas de regadío zonas de secano.

¿Balears puede autoabastecerse?
Autoabastecerse o traer comida de fuera es una elección política. Yo soy absolutamente partidaria de que cada Isla consuma su producto. No digo al cien por cien, pero sí más de lo que hay ahora, que no llega al diez o al quince según de qué producto estemos hablando. La pagesia no sólo da alimentos, cuida el territorio. No se habría conservado sin ella. El sector primario es fundamental y necesita ser viable, rentable, una apuesta de futuro para la gente joven y adaptarse a lo nuevo. Hace falta un maridaje entre tradición y ciencia, entre tradición e innovación.

¿Y la Conselleria no tendría que ser d’Agricultura i Medi Ambient?
—El medio ambiente no tiene que ver sólo con el campo aunque como ya he comentado es sector primario es garantía de su conservación. No digo que esté mal unir ambas conselleries pero yo estoy contenta de que estén separadas. Una conselleria exclusiva le da más fuerza y realce. Es una muestra del apoyo decisivo del Govern.

Hay quien dice que el verdadero conseller es Mateu Morro...
—Mateu Morro es un gran gerente del Fogaiba, que gestiona entre otros asuntos los fondos de la PAC. Tengo que agradecerle su colaboración. Mateu es muy conocido en Mallorca y en todo el sector. Allá donde vamos, todo el mundo le conoce. Ya me asesoraba cuando era diputada y llevaba agricultura.

¿Cómo fue ese ‘flechazo’?
—Fue el primer nombre que surgió cuando buscaba cómo afrontar el tema de la insularidad. Había buscado apoyo para un grupo de trabajo y, desde el primer momento, se vio que era la persona indicada. El tiempo nos ha dado la razón.

Hablando de turismo, el sector son los hoteleros. ¿Quién es el sector en el agro? ¿Los grandes propietarios? ¿Y qué piden?
—Aquí no hay grandes propietarios. Aquí hay varios sectores relevantes que tenemos en cuenta: el aceite, el vino, el cordero, las cooperativas... Y lo que piden es muy sencillo: poder trabajar, rentabilizar su actividad y crecer; que las grandes superficies tengan producto local, que la gente lo vea fácilmente en los expositores, que no tenga que buscarlo, que esté a simple vista. Tenemos productos de gran calidad, muchas veces valorados por cierto sector del turismo mejor que por la población local.

Usted ganó las primarias e Yllanes fue candidato. ¿Le dolió?
—No. Le apoyé desde el primer momento y es un gran vicepresidente. El ego es malo. Hay que acabar con los egos en política.