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El departamento de Salut Pública ha pedido que se hagan cribados entre los trabajadores de los cinco a siete hoteles en los que se han alojado los jóvenes de viajes de estudios contagiados en el megabrote originado en Mallorca, más concretamente en la playa de Palma.

Los cribados podrían ir a cargo de los propios hoteles, o empresas de riesgos laborales. Sobre el posible cierre de los establecimientos, «eso lo determinan las inspecciones en función del cumplimiento de las normas», ha advertido el portavoz autonómico de enfermedades infecciosas, Javier Arranz. La sospecha es que se han utilizado zonas de hoteles para hacer fiestas, pese a la prohibición.

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De momento, entre las diferentes comunidades han dirimido que el caso primario ha sido un monitor de unos de los grupos que habría llegado ya contagiado a la isla, «pero esto no quiere decir nada», explica, «porque pueden haber venido personas asintomáticas sin saberlo».

«Lo que sí sabemos es que la infección no es mala por la situación en Baleares», ha añadido. Se trata de un megabrote que se ha visto en otros lugares del mundo y «nos ha tocado», ha dicho el especialista.