Antònia Siquier, ya recuperada, posa en la terraza de la casa de su hermana. | Teresa Ayuga

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Aunque no se vea, e incluso ni se escuche en nuestro entorno, la lucha contra el cáncer muchas veces provoca pobreza y desigualdad. Es la otra realidad de esta enfermedad que bien conocen pacientes como la mallorquina Antònia Siquier, a quien le fue diagnosticado un cáncer de páncreas en 2019 y que a día de hoy ha ganado la batalla con resultados muy positivos.

Como ella, otras tres mujeres compartieron ayer sus experiencias en un encuentro informativo coordinado por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) en el que se puso el foco en la situación de vulnerabilidad que padecen muchas personas durante su enfermedad, como la disminución de los ingresos, el aumento de los gastos o la dificultad de llegar a fin de mes.

Antònia fue diagnosticada a principios de 2019 de un cáncer de páncreas agresivo. Inmediatamente, recuerda, pasó a quirófano y le extirparon parte de los órganos digestivos a consecuencia de la enfermedad. «Pasé por muy malos momentos tanto físicos como psíquicos», reconoce.

A pesar de que se acogió a la baja laboral –se dedicaba a la hostelería–, asegura que los ahorros y el salario que cobraba no eran suficientes para afrontar el día a día. «Algunas veces me llegaban a superar más mis problemas económicos que mi enfermedad». Preguntada por si disponía de alguna ayuda por parte de la familia, responde que «la vergüenza y el pudor que llegamos a tener, en estas situaciones, no nos deja recurrir a nuestro entorno, sino que más bien intentas tirar adelante sola, por lo que todo se hace más complicado».

Los préstamos, el alquiler o las deudas bancarias fueron complicaciones capitales para Antònia durante su proceso de recuperación y se agravaron más a los seis meses de baja, con apenas un ingreso mensual del 50 % de su salario. A pesar de las adversidades, Antònia Siquier se muestra orgullosa y agradecida de su hija y allegados «que me han dado mucho apoyo durante todo este tiempo, facilitándome las tareas cotidianas».

La luz la encontró a través de la pantalla de la televisión. Un anuncio de la AECC le instaba a que aquí encontraría solución a sus problemas. Y así fue. Desde entonces, Antònia ha cogido fuerza física y mental con la ayuda de la asociación, incluso le han ayudado en la parte económica. «No tengo palabras para agradecer todo lo que han hecho por mí», dice con seguridad.

Esta mallorquina solo es una voz más, pero la realidad afecta a miles de pacientes. «He conocido a personas discriminadas laboralmente y casi todas pasamos por situaciones económicas complicadas», subraya. La AECC, precisamente, ha incrementado un 14% los servicios de atención social de julio de 2020 a mayo de 2021. Recuerdan que el 32% de las personas con cáncer en situación vulnerable están con incapacidad temporal o baja médica con una disminución del 25% del salario mensual, de los que un 12% son autónomos – que al cotizar el 80% por la base mínima pueden quedarles alrededor de 400€ mensuales–, un 11 % son parados o están en situación de ERTE y el 28% restante está vinculada a la economía sumergida.

Arranca la jornada de Cuestación de la AECC en Palma

La Asociación Española Contra el Cáncer sale este jueves a la calle para celebrar la tradicional jornada de Cuestación en Palma. Se instalarán 30 mesas y habrá más de 60 voluntarios, aunque la contribución digital también será posible por Bizum o transferencia.