El coronel se jubila tras veinte años en la comunicación de la Comandancia. | Jaume Morey

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El coronel Antonio Ortiz (Almería, 1958) ha estado al frente de la comunicación de la Comandancia General de Balears desde 2001. Ahora cuelga su uniforme para afrontar otra etapa, la jubilación. Su papel ha servido para aproximar a la sociedad las Fuerzas Armadas. Algo que ha conseguido con creces estos veinte años de servicio para los medios de comunicación.

¿Cómo podría resumir estos veinte años al servicio de la Comandancia General de Balears?
— Veinte años al frente de la comunicación dan para mucho. Me siento satisfecho especialmente de dos cosas: de haber dado a conocer cómo son los hombres y mujeres que componen el Ejército de Tierra, desde soldados, suboficiales hasta oficiales y comandantes generales. Y la segunda cosa es haber notado el cariño y el orgullo que la sociedad civil balear siente por su Ejército.

¿De qué manera entró la comunicación en sus venas?
— Los militares que estamos en las oficinas de Comunicación realizamos un curso de comunicación en la Universidad Complutense de Madrid, pero al final el trato directo con los medios y la experiencia en sí es la que nos forma. Siempre he sentido la necesidad de contar lo que hacemos los militares porque sentía que la percepción que la sociedad civil tenía de nosotros no se correspondía con la realidad.

Periodismo y Ejército. ¿Qué tienen en común?
— Mucho. Son dos profesiones totalmente vocacionales que nos exige disponibilidad las 24 horas del, los 365 días del año. Ambas coinciden en ese espíritu de servicio a la sociedad. Los medios proporcionan una información veraz y objetiva. En nuestro caso, ese sentido del deber hace que estemos allá donde se nos necesite. De esa conexión me di cuenta enseguida, en cuanto empecé a tener relación con los medios de Balears.

¿Cuál ha sido su mayor reto?
— Conseguir que todo lo que hiciéramos se supiera y se publicara. Si queremos ser respetados, valorados y queridos, los ciudadanos nos tienen que conocer.

¿Y el más duro que ha vivido en la Comandancia?
— Que después de veinte años dando información veraz y enseñando lo que hacemos dentro y fuera de España, siga habiendo personas con prejuicios e ideas caducas que nada tienen que ver con la realidad del Ejército de Tierra y de las Fuerzas Armadas.

¿Qué le ha enseñado su profesión?
— Que los valores deben inspirar los comportamientos de los componentes del Ejército de Tierra. Y segundo, cuando estuve de misión en Kosovo, me di cuenta del daño que puede hacer la diferencia de ideología, religión y cultura entre las personas. Ante todo, tengo claro que si volviera a nacer, escogería ser militar.

¿Cómo va a continuar ahora el servicio que deja?
— Seguirá igual de bien. Saldrá publicada mi vacante para el empleo de comandante que esperemos que se cubra pronto, dejando paso a la gente joven. Mientras llegue ese día, tenemos personal perfectamente capacitado para atender el servicio.