Uno de los temores, como explica José Manuel Valverde (en la imagen circular), es que vuelvan a verse salas de espera llenas de pacientes si no se controla bien. | Marcelo Sastre

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Los profesionales sanitarios de los centros de salud ven con incertidumbre y muchas dudas el regreso de la plena presencialidad a las consultas de Mallorca a partir del lunes.

La presidenta de la Sociedad Balear de Medicina Familiar y Comunitaria, Elena Muñoz, critica que se haya apostado por volver «a lo de antes» cuando todavía se ven a muchos pacientes con COVID y cuestiona que el cribado telefónico al final recaiga sobre el paciente quien, según la consellera de Salut, Patricia Gómez, podrá decidir si acude o no en persona a su centro o resuelve su consulta de forma telefónica. «Lo suyo es que el personal administrativo, no el de ahora sino con más contrataciones, se encargue de seguir filtrando a los pacientes y seguro que esperarían menos tiempo», propone.

El presidente del Col·legi de Metges, José Manuel Valverde, como miembro de la sociedad científica del Médico General y de Familia (SEMG), pide que el cribado se haga con criterio como algo «imprescindible» para no volver a ver «las escenas de centros de salud llenos de personas sin aforo». A su juicio, estaría bien un triaje por parte de «una enfermería empoderada que pueda mandar a casa, tratar en lo posible o citar en función de la importancia del caso».

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La consulta telefónica se instauró al inicio de la pandemia como una medida extrema para proteger a los profesionales y a los usuarios. Los sanitarios remarcan que nunca se ha cerrado Atención Primaria y que siempre se ha visto al paciente de forma presencial cuando lo ha requerido, ahora bien, «estamos supersaturados porque el trabajo es doble, y las llamadas no pueden continuar porque a muchos pacientes no les gusta»», reconoce Valverde. Por otra parte, «me da miedo que se abran las puertas y sea un desmadre», ya que, recuerda, cada médico tiene asignadas entre 1.600 y 1.700 tarjetas sanitarias.

El presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) en Balears, Fernando García Romanos, aplaude la medida y es contundente: «el código deontológico médico señala que la actuación correcta implica ineludiblemente el contacto personal y directo entre el médico y el paciente y que el ejercicio clínico mediante consultas exclusivamente por teléfono es contrario a las normas».

Este especialista cree que volver a la presencialidad plena es «lo normal» vista la evolución de la pandemia. Si bien las consultas burocráticas se pueden resolver por teléfono, «valorar y explorar a un paciente requiere su presencia, lo contrario es duplicar el trabajo», asegura. Además defiende «como médico y como usuario» que el paciente puede decidir cuando quiere ir al centro.

Más del 20 % de los facultativos se jubilarían

Según un estudio del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, más del 20 % se jubilaría si pudiera y un 60 % se considera que está en situación de burnout laboral, como se le llama al estado de agotamiento. Desde el Col·legi de Metges aseguran que con las ratios de los centros de salud y a una media de 30 pacientes diarios es imposible que no haya listas de espera. La manera de resolverlo es que aumente la contratación pero no es sencillo, ya que faltan especialistas y «se opta por exprimirlos al máximos», lamentan.