El pasado domingo fue el primer día que la restauración estrenó el horario sin interrupciones todos los días de la semana. | M. À. Cañellas

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«Empezamos a ver la luz al final del túnel». Así lo aseguró ayer el presidente de CAEB Restauración, Alfonso Robledo, tras constatar una reactivación de las reservas desde que el pasado domingo. Fue el día a partir del cual el Govern permitió ampliar los horarios en la restauración después de cinco meses de severas restricciones en el sector. Se puede servir en las terrazas sin interrupciones hasta las 22:30 horas todos los días.

El próximo fin de semana será el primero en que se puede salir a cenar a un restaurante desde mediados del pasado mes de diciembre, cuando la tercera ola de la pandemia provocó que la actividad en la restauración se haya mantenido en mínimos en las Islas. Sin embargo, y si la situación sanitaria se mantiene estable, hasta el próximo día 23 los interiores de bares y restaurantes no podrán reabrir. A lo largo de este año solo han podido servir dentro menos de dos semanas, y solo a mediodía.

El vicepresidente de PIMEM Restauración, Helmut Clemens, subrayó que más del 70 % de negocios del sector no tienen terraza, por lo que su situación es igualmente complicada. De todos modos, reconoció que la ampliación de horarios «es una buena noticia» para los que tienen la posibilidad de servir en el exterior. Cabe recordar que la ocupación de las terrazas ya puede ser del 100 %, con mesas de un máximo de cuatro personas, y que desde el Govern se ha pedido a los ayuntamientos que faciliten a los negocios de hostelería la ocupación de la vía pública.

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En cuanto a la actividad en las terrazas, Robledo y Clemens coincidieron en calificarla de «positiva», especialmente si la situación meteorológica es favorable. El pasado domingo, primer día en que se estrenaba el horario continuado hasta las 22:30 horas, «fue bueno», según el presidente de CAEB Restauración. Valoró que los restaurantes pudieran remontar mesas y que los clientes no tuvieran que levantarse antes de las cinco de la tarde.

Desde el pasado domingo las terrazas no tienen que cerrar a las cinco para reabrir a las ocho y media para poder servir cenas, lo que ha propiciado un aumento de clientes europeos con segunda residencia en Mallorca. «Se ha notado, especialmente en Andratx, Puerto Portals y Pollença», indicó Robledo, quien detalló que se trata de un tipo de cliente que sale a cenar y que lo hace a partir de las seis de la tarde.

Fin de semana

«Se nota que hay ganas de salir», aseguraron los responsables de las patronales de restauración. De ahí, que se hayan reactivado las reservas, sobre todo para el próximo fin de semana, cuando ya se podrán servir cenas. «El cliente mallorquín sale más a cenar en fin de semana, por lo que si el tiempo acompaña, la previsión es buena», explicó Robledo. Añadió, sin embargo, que la situación es dispar según la ubicación.

En las zonas turísticas, «hay más oferta que demanda», aunque en Palma y en los pueblos de interior, se nota un repunte. Clemens, por su parte, destacó que si bien se empieza a remontar, la facturación aún es entre un 40 y 50 % inferior a la de antes de la pandemia. «Todavía no tenemos beneficios», concluyó.