Las viviendas de lujo de Mallorca despiertan mucho interés. | Redacción Digital

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Las consultas en línea para adquirir inmuebles de lujo en Mallorca han aumentado «hasta niveles récord» en el primer trimestre, con un incremento del 66 % respecto al mismo período del año pasado, según datos de la inmobiliaria Engel & Völkers Mallorca.

El gerente de la compañía en Baleares, Florian Hofer, señala que este récord histórico de consultas de posibles compradores «es un reflejo del gran interés que despierta Mallorca entre los clientes, incluso en tiempos complicados como los actuales», ha informado la inmobiliaria en un comunicado.

Engel & Völkers Mallorca cerró 2020 con un volumen de intermediación de 410 millones de euros, con un ligero descenso desde los 470 millones de 2019 debido, principalmente, a las restricciones de movilidad, según el informe de mercado de Mallorca elaborado por la inmobiliaria.

Los compradores del norte y centro de Europa volvieron a dominar las operaciones realizadas por la inmobiliaria en 2020. La mayor parte de los clientes de Engel & Völkers son de Alemania (63 %), Reino Unido (12 %) y Países escandinavos (6 %). Los españoles acaparan el 8 % de las transacciones, seguidos de los suizos (3 %) y austríacos (2 %).

Según la inmobiliaria, el interés por Palma ha aumentado por las inversiones para la modernización de infraestructuras y los proyectos de movilidad más respetuosos con el medio ambiente. La mayor demanda se centra en áticos, apartamentos con terrazas y balcón y propiedades de obra nueva con elevados estándares de calidad y sostenibilidad.

El año pasado, el precio medio de los apartamentos en la zona de Génova, subió hasta un millón de euros, mientras que los precios medios el casco histórico de la ciudad y el Portixol se mantuvieron entre los 700.000 euros y 800.000 euros.

Port Andratx, Santa Ponça, Bendinat, Portals y Son Vida son las zonas más demandadas de la Isla. En 2020, las villas en el Port Andratx alcanzaron un precio medio de 4,3 millones de euros y en Son Vida de 4,7 millones.

«Las crisis anteriores nos han demostrado que los inmuebles en las mejores ubicaciones de Mallorca son ajenos a las fluctuaciones del mercado y se mantienen como una inversión sólida y segura a largo plazo», añade Hofer.

«El coronavirus ha establecido un nuevo orden en las prioridades de los inversores inmobiliarios que anteponen cada vez más la privacidad de la vivienda y su sostenibilidad. El respeto de la construcción con el medio ambiente es uno de los factores que tienen más en cuenta a la hora de tomar una decisión de compra», explica sobre las nuevas demandas.

Hofer considera que «el mercado mallorquín cumple con las expectativas de los inversores y confirma la fortaleza de su sector inmobiliario premium».

Por su parte, el director general de Engel & Völkers Mallorca suroeste y presidente de la Fundación para la Preservación de Mallorca, Hans Lenz, detalla que el año pasado «el sector más premium fue especialmente dinámico, con precios de venta que oscilaron entre los ocho y 12 millones de euros».

El especialista explica que los clientes de alto poder adquisitivo «tienden a invertir en propiedades exclusivas con precios que no evolucionan según la tendencia del ciclo económico».

La socia de Engel & Völkers Mallorca central y sur, Christina Deutsh considera que la isla «ofrece una elevada calidad de vida y es percibida por los compradores de vivienda como una inversión a largo plazo, tanto para la adquisición de una residencia habitual como vacacional».

La pandemia ha despertado una creciente preferencia por casas y apartamentos con amplitud de espacios y grandes áreas al aire libre con vistas al Mediterráneo o la Sierra de Tramuntana.

Las casas de campo y fincas en la región de George Sand y Deià alcanzaron precios medios de 2,9 millones de euros en 2020, mientras que en el Port de Pollença y Puerto de Alcudia se situaron entre los 1,5 y 2,5 millones de euros.

Por debajo de dos millones existen villas y fincas en las zonas más privilegiadas de Artá y Colonia Sant Pere que, con un coste de 1,7 millones de euros, ofrecen potencial de revalorización.

Al sur, en Cala Blava y Son Veri Nou, el precio medio se sitúa en 1,6 millones de euros, mientras que en Santanyí y las fincas en las zonas costeras alrededor de Cala Llombards y Porto Colom registran un coste de 1,65 millones de euros. La ubicación más cara en el centro de la isla es Santa María, donde el precio ha subido hasta los 1,85 millones de euros.

En cuanto a la zona sureste, el volumen de transacciones de la inmobiliaria ha subido un 30 % en 2020 respecto al ejercicio anterior, hasta 27.500 recorridos virtuales en 3D y 300 visualizaciones en vídeo.

Los expertos de Engel & Völkers confían que el mercado inmobiliario mallorquín tendrá una evolución positiva en lo que resta de año.