La consellera de Salut inauguró este miércoles la undécima jornada de la Sociedad Española de Directivos de Salud organizada por el gerente de Son Llàtzer, Francisco Marí. | M. À. Cañellas

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«Por culpa de la pandemia doblamos las visitas y trabajamos mucho más. Es un mal pago por parte de los hospitales que digan que sus problemas los causamos nosotros cuando, en cifras objetivas, trabajan lo mismo que antes de la crisis sanitaria». Así respondía la presidenta de la Sociedad de Médicos de Familia en Balears, la doctora Elena Muñoz, a que el incremento de pacientes en las Urgencias hospitalarias se achaque a las restricciones para acceder a los centros de salud.

«El cribado telefónico es una forma de trabajar que tenemos ahora, igual que se hacen clases semipresenciales, pero no conozco a ningún paciente que necesite ver a un profesional y no haya podido», defendió. «A quien colapsa este sistema es a nosotros porque nos supone una duplicidad de las visitas», añadió.

La doctora Muñoz explicó que la consulta telefónica se debe a que en pandemia no puede haber más de cinco personas en una sala de espera. Para evitarlo, el primer encuentro con el paciente es telefónico y, según el criterio profesional, se le pide o no que acuda al centro. «Que digan que así somos incapaces de diagnosticar me parece un insulto, me están diciendo que hago mal mi trabajo», aseguró.

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Por otra parte, la presidenta de la Sociedad de Médicos de Familia reconoció que la accesibilidad a los centros de salud «tiene que mejorar y es urgente, pero eso no significa que los médicos trabajemos mal»

La consellera de Salut, Patricia Gómez, salió en defensa de la Atención Primaria y aseguró que «de media», el paciente espera un día y medio para la consulta telefónica, «si bien es cierto que hay variabilidad en los centros de salud y dentro de éstos, entre algunos profesionales, que tienen demoras más elevadas», puntualizó.

Gómez explicó, como ya se había dicho, que el incremento asistencial en las urgencias hospitalarias no se debe por casos o sospechas de COVID, «sino por urgencias leves» que se juntan con el hecho de que hay camas reservadas por si se necesitaran durante la pandemia. Dicho esto, la consellera recordó a la población que «por una urgencia leve tienen a su disposición los centros de salud donde les atenderá mucho más rápido».

Gómez defendió que se tienen que mantener los dobles circuitos (el de pacientes respiratorios y el del resto) «porque todavía estamos en una pandemia y no nos ha permitido recuperar la actividad al 100 %». La presencialidad, dijo, se estima en un 50 % de los casos «y tal vez no sea suficiente», mientras que la otra mitad son consultas telefónicas. En este sentido «el Servei de Salut está trabajando con Primaria para recuperar la actividad lo antes posible». La consellera reconoció demoras en los procesos e insistió en que se debe acudir al médico.