Viajeros saliendo del tren en la Estación Intermodal. | Jaume Morey

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Representantes de la asociación de usuarios del tren se reunieron este martes con el nuevo conseller de Mobilitat, Josep Marí ‘Agustinet’, para trasladarle su descontento en relación a las nuevas tarifas del transporte público interurbano (TIB y SFM), que según vienen denunciando desde su entrada en vigor ha supuesto un encarecimiento encubierto del precio de los trayectos.

La asociación expuso que han recibido una gran cantidad de reclamaciones, quejas y peticiones de información y ayuda por parte de usuarios. Además, la entidad critica que los usuarios tengan que viajar sin conocer cuánto pagan (en el caso de los que usan la tarjeta intermodal) y denuncia que hay gente que ha renunciado a usar el transporte público.

El conseller escuchó sus propuestas y se comprometió a estudiarlas. Uno de los aspectos que Marí dijo que se estudiaría, según explicaron los miembros de la asociación al finalizar la reunión, es el precio base del billete sencillo (que después se abarata progresivamente, a medida que se hacen nuevos viajes, si se dispone de tarjeta intermodal). Mobilitat facilitó estudios y estadísticas acerca del nuevo sistema a los usuarios y las dos partes se emplazaron a reunirse de nuevo. «Hemos hablado de muchas cosas y somos algo escépticos. A algunas de nuestras peticiones nos han dicho que no desde el principio, pero respecto a otras han dicho que se lo replantearán», señaló Teresa Sastre, miembro de la asociación.

El Govern sigue defendiendo la bondad del nuevo sistema tarifario y sostiene, contradiciendo a los usuarios, que el precio medio del billete ha disminuido. Según Mobilitat, el precio medio del viaje en autobús fue en marzo de 1,62 euros (1,61 en febrero y 1,67 en enero), cuando con el sistema anterior era de entre 1,85 y 1,79 euros. En lo que respecta al tren y el metro, el precio medio de marzo fue de 1,39 euros por viaje (1,46 en febrero y 1,56 en enero), mientras que con el sistema anterior era de entre 1,41 y 1,49 euros. Además, el nuevo sistema permite hasta dos transbordos en un plazo de 60 minutos.

Difícilmente comparables

El sistema anterior y el actual son difícilmente comparables ya que responden a diseños diferentes. Antes se ofrecían dos abonos para el usuario general (la T20, que permitía 20 viajes en un año; y la T40, que permitía 40 viajes en 45 días) a precio reducido. El nuevo no prevé abonos, sino que parte de un precio base que se abarata a medida que se realizan viajes. Sin embargo, el abaratamiento finaliza a los 30 días; después, se vuelve a pagar el precio base. Es un sistema que en esencia beneficia a la gente que viaja con mucha frecuencia, aunque a raíz de su diferente arquitectura es difícil extraer conclusiones tajantes.

Una parte de las quejas registradas por los usuarios son motivadas por el coste de un billete sencillo sin tarjeta intermodal. En este sentido, el Govern se felicitó porque de cada vez más viajeros la utilizan.

La Conselleria destaca asimismo que la tarjeta permite viajar por toda la red pública autonómica. Dentro de 2012 también se puedan hacer transbordos desde la red autonómica a la EMT.

La reunión se celebró en la sede de la Conselleria de Mobilitat.