Las contradicciones de Fernando Simón también son las de nuestros gobiernos. | Efe

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Yo creo que Fernando Simón es un personaje irrepetible. No es fácil encontrar alguien tan maleable, tan flexible, capaz de ver la realidad con gafas de tantos colores al punto de que se contradice sin rubor alguno. Pese a ello, para mí este hombre es irrelevante: me interesa como voz de la autoridad, como expresión del poder, como representante de las instituciones. Y en ese sentido, es tremendo, impresionante. Más allá de lapsus menores, las contradicciones de este hombre son las contradicciones de nuestros gobiernos.

En enero de 2020, cuando el virus era cuestión de chinos, Simón aseguró que España tenía los protocolos suficientes y correctos para combatirlo. Entonces nos juraba que «España no va a tener, como mucho, más allá de algún caso aislado» de coronavirus. Ahora afirma que «teníamos que haber reforzado nuestro sistema de vigilancia. Llevamos en el Ministerio ya bastante años intentando implementar la Ley General de Salud Pública de 2011 y uno de sus aspectos claves [era] la Red de vigilancia en Salud Pública; teníamos que haber conseguido una red de vigilancia con todos esos sistemas de información y teníamos que haberlo conseguido ya».

Hoy nos dice que «el confinamiento poblacional del 15 de marzo del año pasado podría haberse evitado». Pero entonces, él y sus jefes fueron contundentes en sus medidas. Añade «que alguien salga de su casa solo, no entraña un riesgo para nadie, pero en el confinamiento había mucha presión porque eso no se permitiera». ¿Presión? ¿O el poder político actuaba por presiones y no por directrices científicas?

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El 26 de febrero de 2020 decía que «no es necesario que la población use mascarillas». Ahora nos explica que se hizo eso porque la falta de reservas estratégicas de materiales de este país. «Creo que tenemos que tener más reservas estratégicas de las que tenemos. Dicho eso, es verdad que desde el Estado nunca podremos ni creo que debamos tener reservas estratégicas para toda la población. Nuestras reservas estratégicas (…) deben dirigirse a garantizar la autosuficiencia durante un periodo, no muy largo porque tampoco se puede ya que serían millones de mascarillas, de guantes, de batas que se gastan diariamente en España».

El primero de marzo de 2020, Simón decía que «Podemos evitar prácticamente todos los contagios porque no hay circulación del virus». Al final, todos, todos, no se evitaron. Entonces el sistema estaba perfectamente preparado, pero hoy el mismo Simón nos dice que «nuestro sistema de Atención Primaria no estaba bien dimensionado en cuanto a profesionales» para hacer frente a una crisis sanitaria de estas características.

De las diferentes fases de la pandemia, Simón ha dicho recientemente que «en verano no conseguimos dar los mensajes adecuados. Inicialmente yo creo que podríamos haber sido más duros en el momento adecuado, no en enero o febrero. Creo que podríamos haber concienciado más a la gente de que no se tomaran a broma lo de que si alguien tiene síntomas se tiene que quedar en casa». El comportamiento de la sociedad debería darse por descontado. Aquí la pregunta es si no hubo influencia alguna de las variantes de virus, de cuyo seguimiento no somos responsables los ciudadanos; si el virus se contagia vía aerosol –como finalmente sucede– o por microgotitas que se expanden al hablar. Esta frase es de Simón: «La variante británica, en caso de tener algún impacto, será marginal». Y define a nuestros gobiernos. Por cierto, esta frase, más o menos exacta también la dijo el Govern balear, para acabar con todos infectados con esta mutación del virus.

«Creo –dice Simón/Gobierno– que podríamos haber presionado mucho más a nivel internacional, en concreto a la OMS y a China, para tener más información antes y de mayor calidad. Yo creo que China no ocultó demasiada información. Algo seguro que ocultaría, algo que querrían verificar y eso retrasa la información, pero yo creo que no ocultaron demasiada. Sí que creo que en algunos casos no tenían suficiente y en momentos claves no se hizo el esfuerzo internacional. Creo que en eso fallamos un poco». ¿España presionar a China? ¿De verdad? ¿Ocultó información pero no mucha? ¿Por la conocida preocupación china de verificarlo todo?