El Grup de Física Gravitacional de Alícia Sintes (UIB), junto al premio Nobel Barry Barish. | A.COSTA

TW
8

Es sabido que Baleares está a la cola de España en inversión en Investigación y Desarrollo (I+D) en relación al Producto Interior Bruto (PIB), pero hay algunos datos que apuntan a una mejora esperanzadora y a que la transformación y el cambio en este sentido son posibles.

Para empezar, con los últimos datos actualizados en 2019, Balears presenta un máximo histórico en el número de investigadores, con 1.965, frente a los 1.346 de 2015. El incremento es sustancial, del 46 %. Si a los investigadores les sumamos el personal técnico de apoyo a la investigación, el colectivo resultante es de 2.793 personas frente a las 1.801 de 2015. En este caso, el incremento es aún mayor, del 55 %. Balears es la comunidad donde más ha crecido el empleo en I+D, con un 52 %. Le sigue, a mucha distancia, el País Vasco, con un 13,7 %.

La secretaria autonómica de Universitat, Recerca i Política Lingüística, Agustina Vilaret, y el director general de Política Universitària i Recerca, Josep Lluís Pons, explican que «los indicadores de inversión siguen situándonos en la cola estatal, con un 0,4 % del PIB dedicado a I+D, pero estamos por encima de la media estatal en crecimiento en este ámbito, incluyendo un fuerte incremento de la participación privada». Vilaret añade que «la verdad es que partimos de unos niveles muy bajos, marcados por los déficits fiscales y de financiación que sufre nuestra comunidad y por una economía de servicios que, hasta hace unos años, no ha sabido dirigir su mirada hacia la investigación. País y Vasco y Navarra, con conciertos económicos, ocupan el primer y el tercer lugar en inversión en I+D».

Los dos responsables señalan que «desde 2015, el Govern ha hecho una apuesta firme por el I+D, con convocatorias de proyectos competitivos -hacía seis años que no se convocaban- en los que se aporta un porcentaje de financiación. También ha habido incrementos presupuestarios en la Administración autonómica para formación de personal investigador, contratos postdoctorales y convocatorias de proyectos propios».

Dos bloques

Vilaret y Pons indican que «en general, dividimos nuestras aportaciones en dos bloques. En el primero, dedicado al talento, formamos doctores para sus tesis, incorporamos contratos postdoctorales a organismos públicos y empresas, también formamos e incorporamos personal técnico de apoyo a grupos e institutos de investigación, y financiamos estancias de investigación fuera de Balears. El segundo bloque es el dedicado al impulso a la excelencia, con apoyo a la organización de congresos, divulgación, equipamiento científico, acciones de especial interés para el Govern, proyectos propios de investigación y proyectos de colaboración con empresas, en los que éstas comparten iniciativas con grupos de investigación, beneficiándose mutuamente».

De esta manera, si comparamos el período 2015-2019, la aportación del Govern al I+D ha pasado de 31,7 millones a 34,5 millones de euros; la de la Universitat de les Illes Balears (UIB), de 43,9 a 52,1 millones de euros; y la de las empresas privadas, de 13,3 a 47,6 millones de euros. La UIB es el estamento que más invierte en I+D, pero el incremento de las empresas privadas ha sido el mayor, nada menos que un 258 %. De esta manera, la aportación privada pasa a ser en Balears el 35,5 % de la inversión en I+D. Para Vilaret y Pons, «el dato es, sin duda, positivo, pero no debemos olvidar que la media española es del 56,1 %, mientras que en países como Estados Unidos y Japón se acerca al 90 %».

La secretaria autonómica y el director general destacan que «la evolución es favorable, pero no todos los proyectos salen bien. Se trata precisamente de eso, de cometer algunos errores y aprender de ellos, y dar continuidad y reforzar los proyectos que sí han demostrado su viabilidad».

Hasta ahora hemos explicado las acciones, pero éstas deben contar con un marco jurídico e institucional. Así, la nueva Llei de la Ciència de les Illes Balears sustituirá y actualizará la vigente, que data de 1997. Se espera que la ley sea remitida al Parlament tras el verano. Una de los objetivos deseables sería establecer que el 2 % del presupuesto del Govern se destine a investigación.

Institut de Recerca

La nueva ley acogerá la creación del Institut de Recerca de les Illes Balears, que, en forma de fundación, atraerá, captará y retendrá talentos, y aportará estabilidad a los investigadores excelentes, además de tener sus propias convocatorias y gestionar programas. Incrementar el número de científicos supondrá incrementar la inversión. Pons apunta que «en contra de lo que se cree, un investigador no vendrá aquí a trabajar por el sol y la playa. Vendrá a Balears si ve que aquí puede continuar su carrera con garantías. El Institut de Recerca hará que las líneas investigadoras se adapten a las necesidades de las Islas, si bien hay que subrayar que, por ejemplo en oceanografía, la UIB ya se encuentra entre las 75 primeras universidades del mundo, según el ranking de Shanghái».

Otra cuestión importante es la referida a las infraestructuras. Está en marcha la creación del llamado Pol Marí en el Moll Vell de Palma, gracias a un acuerdo con la Autoritat Portuària, donde se ubicará el Sistema d’Observació Costanera de les Illes Balears (SOCIB, participado por el Govern y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas -CSIC-), que ahora tiene su sede en el Parc Bit. El traslado podría ser una realidad en 2023 con una inversión de 7,5 millones de euros y financiación parcial de fondos europeos FEDER. Al Pol Marí también se trasladará el Centre Oceanogràfic (del Instituto Español de Oceanografía, integrado ahora en el CSIC), igualmente con fondos FEDER. El traslado del SOCIB al Pol Marí del Moll Vell no significará que el Parc Bit no sea aprovechado. Allí se creará el Complex Científic de les Illes Balears, donde se reunirán el Institut de Recerca Agroambiental i d’Economia de l’Aigua (Inagea, con participación de la UIB, el Govern y el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentación), el Institut d’Informàtica Aplicada amb Codi Comunitari (IAC 3, de la UIB, dedicado a la astrofísica, la relatividad y el procesamiento de imágenes, y en el que está integrado el grupo de investigación de Física Gravitacional de la doctora Alícia Sintes), el Institut de Física Interdisciplinar i Sistemes Complexes (IFISC, participado por la UIB y el CSIC) y parte del Oceanogràfic.

La investigación y su personal de apoyo técnico no sólo crean empleo en su sector, sino también en el resto de actividades económicas. El director del SOCIB, Joaquim Tintoré, declaraba recientemente a este periódco que «por cada puesto de trabajo de valor añadido tecnológico, se crean cinco en el sector servicios. Y todo ello puede contribuir a la calidad y sostenibilidad del turismo, por un lado, y a la diversificación económica, por el otro. Así se consigue el equilibrio económico, social y ambiental».

Precisamente, en 2014, el SOCIB se integró en la red española de Infraestructuras Científicas y Técnicas Singulares. Sólo hay 15 en España y el SOCIB es la única de Balears. En los 10 años de vida del SOCIB, ha invertido 12,5 millones de euros en material de alta tecnología.

A Balears le queda mucho camino por recorrer en investigación, pero al menos ha echado a andar gracias a que los indicadores mejoran, la inversión privada se está concienciando y animando, se prepara una actualización jurídica e institucional, y se proyectan nuevas infraestructuras.