En términos generales, las mujeres piden más ayuda que los hombres. | Gerd Altmann

TW
1

El Teléfono de la Esperanza de Baleares atendió 2.965 llamadas en 2020, casi el triple que el año anterior, la mayoría por problemas psicológicos o psiquiátricos; y 75 de ellas fueron por temática suicida, lo que supone un 88 % de aumento de esta tipología.

La entidad ha brindado 670 horas de atención telefónica efectiva en el año de la pandemia, lo cual supone un incremento del 72% respecto al año anterior, ha informado en un comunicado de balance anual de actuación.

La media ha sido de 246 llamadas al mes y 8 al día.

El Teléfono de la Esperanza explica que, sin duda, los factores asociados a la pandemia explican este incremento que ha obligado al voluntariado a redoblar su compromiso y trabajo.

La media de duración de las llamadas fue de 13 minutos.

Las llamadas las realizaron mujeres en un 60 % y hombres en un 40 %. En los últimos años, esa proporción casi se había igualado, pero con la pandemia se incrementó casi el triple de llamadas y las mujeres han pedido más ayuda que los hombres.

El contenido de las llamadas en crisis fueron problemas psicológicos o psiquiátricos en un 76 % de los casos; problemas relacionales o familiares en un 21 %, problemas asistenciales en el 2 % y problemas jurídicos en un 1 % de los casos.

En cuanto a las llamadas de temática suicida, fueron atendidas 75, que son un 88 % más que el año anterior. El Teléfono de la Esperanza explica que el incremento de las llamadas de temática suicida no implica necesariamente un aumento de los suicidios, que figurarán en las cifras oficiales de causas de defunción de INE.

«Lo que nos parece muy importante es que las personas pidan ayuda porque están dando un paso para afrontar sus problemas», recalca la entidad.

Se previnieron suicidios atendiendo 1.319 llamadas de personas con factores asociados al riesgo suicida (salud mental, depresión, crisis vital), lo que supone un incremento del 71 % en un año.

Noticias relacionadas

Este dato es relevante porque «muestra la importancia de intervenir antes de que se agudice el problema y muestra que la prevención es fundamental», asegura la entidad. La media del tiempo de la llamada en estos casos es de 28 minutos y en el 70 % de los casos agradecen las orientaciones recibidas.

La pandemia ha incrementado significativamente los factores de riesgo asociados a la conducta suicida, por lo que la prevención es más necesaria que nunca, recalca la entidad.

Las temáticas más comunes fueron los problemas mentales (31 %), la soledad y el aislamiento (10 %), la depresión (6 %), los trastornos de ansiedad (6 %), la crisis vital (4 %), crisis psicológica y emocional explicita por el coronavirus (3 %) y los problemas familiares (7 %).

El 80 % de los llamantes expresa satisfacción y gratitud por el servicio recibido.

La edad mayoritaria de quienes llamaron al Teléfono de la Esperanza es entre 56 y 65 años, con el 27,02 % de las llamadas; seguidas las personas de entre 46 y 55 años con el 26,3 %; de 66 a 75 con el 11,3 %; de 36 a 45 años con el 16,5 % del total; y de 26 a 35 con el 10,5 %.

Los jóvenes de 19 a 25 años supusieron el 4,2 %; los mayores de 76 años el 2,4 % y los menores de 18 el 1,5 %.

La situación de soledad e indefensión de las personas de la tercera edad ha obligado a la entidad a implementar programas específicos de atención y a reforzar los ya existentes en Canarias, Comunidad Valenciana, Extremadura, Andalucía y Castilla León.

En Baleares, el 13,75 % de los llamantes han sido personas de la tercera edad. A pesar de que el llamante más frecuente sea un adulto entre 36 a 65 años, sin embargo, suelen llamar jóvenes entre 18 a 35 años es el 16,3 %, un dato importante, pues hay otros servicios que atienden a este segmento de población.

Por otra parte, las nuevas infraestructuras de comunicación implementadas han contribuido a la mejora del servicio y a una mayor cobertura; y especialmente a la capacidad de adaptación del equipo de voluntarios acostumbrados a intervenir en momento de crisis supieron afrontar con determinación los problemas que planteo la pandemia.

Durante el 2020 se ha ofrecido intervención por parte de psicólogos y psiquiatras voluntarios a 124 personas, siendo las demandas más habituales ocasionadas por: las crisis depresivas, las crisis de ansiedad, el duelo, miedos patológicos, ideaciones suicidas, problemas severos de convivencia familiar y las personas con problemas de salud mental que vieron agravadas sus patologías por la pandemia y las dificultades para recibir atención.

Dadas las circunstancias toda esta atención se ha realizado casi en su totalidad de forma on-line.