Este domingo es el segundo día con más vuelos previstos de Semana Santa en Mallorca. | Teresa Ayuga

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La desescalada turística internacional en Baleares toma protagonismo en un domingo de Ramos de lo más atípico. Arranca la Semana Santa, pero de nuevo sin procesiones, sin actos multitudinarios, y con esa penitencia que supondrá la entrada en vigor de las nuevas restricciones que privarán, entre otras, las reuniones en casa, con la familia, para disfrutar de los festivos, de las panades y demás dulces de la época. Éstas últimas medidas han generado crispación entre los mallorquines que encajan unas vacaciones casi confinados mientras les llegan las imágenes de la procesión diaria de turistas procedentes, principalmente, de Alemania. Todo ello, mientras Mallorca encaja la incidencia acumulada más alta de las últimas tres semanas y un alivio del sistema asistencial que no se vivía desde hace casi ocho meses.

La Isla se somete durante estos días a una prueba de fuego de cuyo resultado depende la temporada turística del verano y el intento de recuperación económica de la comunidad. Los aeropuertos de Baleares registrarán este domingo más de 322 vuelos, la mayor parte de los cuales despegarán o aterrizarán en el aeropuerto de Son Sant Joan de Palma. Por islas, el aeropuerto de Palma registrará esta jornada un total de 246 vuelos, un 62 % menos que en el año 2019; el de Ibiza, espera 54 operaciones, un 68 % menos; y, finalmente, el aeropuerto de Mahón, en Menorca, 22 vuelos, un 62 % menos.

Algunos hoteles de la playa de Pala se preparan para abrir este viernes

Este domingo es el segundo día con más vuelos previstos de Semana Santa en la comunidad autónoma, solo superado por las previsiones del próximo 4 de abril. A pesar de mantener el veto al turismo nacional, debido al cierre perimetral de la comunidad, este pasado sábado se registraron largas colas en los controles sanitarios del aeropuerto y puerto de Palma. El desembarco masivo de residentes, en su mayoría estudiantes procedentes de la Península, generó algunas aglomeraciones a primera hora de la mañana.

Ante este panorama, la mayoría de aviones que aterrizarán en las Islas serán de viajeros procedentes del país germano. Según datos extraídos de Infovuelos, Baleares mantendrá a lo largo de esta jornada 120 serán conexiones con origen o destino Alemania y cuatro con Francia. De estos, 110 aterrizarán en Mallorca. A pesar de la duras restricciones del Gobierno alemán para salir del territorio, un gran número de turistas han decidido pasar las vacaciones en las Islas. Armengol subrayó este pasado sábado que las medidas establecidas por Merkel y su equipo refuerzan el llamamiento a no viajar y aseguró que es el mismo que defiende el Govern. A pesar de ello, Mallorca acogerá 40.000 turistas alemanes durante los próximos diez días.

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Una pequeña luz al final del túnel para unas Islas castigadas por la pandemia, que registran una caída del PIB del 27 %. Sin embargo, esta apertura a la llegada de turistas se contrapone a la estrictas restricciones aprobadas por el Govern de Francina Armengol hasta el 11 de abril. Las reuniones sociales entre no convivientes en viviendas están prohibidas, los interiores de los bares y cafeterías se mantendrán cerrados y seguirá vigilándose el aforo en los comercios.

Objetivo: evitar la cuarta ola

Todo ello ante el miedo de que la situación epidemiológica vuelva a dar un giro explosivo y Baleares se plante ante la cuarta ola de la COVID-19. Las autoridades quieren evitar que la relajación social en Semana Santa provoqué lo ya vivido, una nueva escalada de los contagios que volvería a machacar al sistema sanitario.

Baleares ha sufrido una tercera ola muy dura, con récord de contagios, de fallecidos y de ingresos en Unidades de Cuidados Intensivos. Recuperadas del peor azote, las Islas se enfrentan desde hace unos días a un nuevo cambio de tendencia. La incidencia acumulada a 14 días ya supera los 50 casos por cada 100.000 habitantes y también ha experimentado un crecimiento la incidencia semanal, casi rozando los 30 casos por cada 100.000.

Las autoridades piden extremar el cumplimiento de las normas para evitar que los contagios sigan subiendo en un momento en el que la situación asistencial ha logrado tomar distancia de sus días más duros. Con datos de este sábado, Mallorca tiene a un total de 47 personas ingresadas, 14 de ellas en UCI; mientras que el número de casos activos supera los 700.