Imagen de archivo de prostitución en Palma.

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Baleares prevé destinar hasta nueve millones de euros provenientes de fondos europeos EU Next Generation para la lucha contra la prostitución y la trata.

La presidenta del Govern, Francina Armengol, la consellera de Presidencia, Función Pública e Igualdad, Mercedes Garrido, y la directora del IB Dona, Maria Durán, ha participado este miércoles en la reunión de la Comisión de Seguimiento del Plan Autonómico para la Lucha contra el tráfico de mujeres y niñas con fines de explotación sexual.

En el encuentro, se ha presentado a las entidades que trabajan en el ámbito de la erradicación de la explotación sexual y la prostitución, el plan que lidera Baleares junto a otras ocho comunidades autónomas y la ciudad autónoma de Ceuta y que prevé destinar en total 38 millones de euros.

El objetivo, ha destacado la presidenta Armengol es facilitar el abandono de la prostitución de alrededor de 2.500 mujeres en toda España.

La líder del Ejecutivo ha subrayado que se trata de un proyecto ambicioso e integral de cuatro años en el que ya se ha empezado a trabajar para erradicar «una problemática que debería avergonzar a toda la sociedad».

Armengol ha hecho hincapié en que se trata de una respuesta coordinada de varias autonomías pero cada una desde la realidad de esta problemática que en el caso de las Islas esta a menudo ligada al turismo de excesos.

La consellera de Presidencia, Función Pública e Igualdad, Mercedes Garrido, ha resaltado que el proyecto parte de la eliminación de la violencia y la prostitución para restituir a las mujeres de su proyecto vital.

Garrido se ha mostrado optimista ante la posibilidad de que el proyecto pueda financiarse a través de los recursos europeos, porque se trata de un proyecto transformador, aunque ha adelantado que bien con fondos europeos bien con recursos propios, el Govern está comprometido con la abolición de la prostitución.

La iniciativa consta de tres bloques de actuación y prevé el rescate y la atención de 2.500 mujeres en situación de prostitución en todas las comunidades autónomas, a las que se ofrecerá un paquete de recursos para ayudarlas a restituir su proyecto de vida.

Apoyo y acompañamiento psicológico y jurídico, formación, orientación socio-laboral, atención a sus hijas e hijos, ayuda de acceso a la vivienda y oportunidades de trabajo son algunas de las medidas previstas.

Este rescate se complementará con un plan orientado a generar un cambio de valores en nuestra sociedad. Así, se prevén acciones para la sensibilización, la concienciación y la formación, con campañas destinadas a la ciudadanía y también a los hombres prostituidores.

Los jóvenes serán uno de los colectivos prioritarios de estas campañas, puesto que el acceso temprano a la pornografía ha tergiversado su visión de la sexualidad, con una imagen de mujeres sometidas o agredidas, incluso antes de llegar a mantener relaciones.

El proyecto prevé la realización de estudios e investigaciones, así como iniciativas educativas y de educación afectivo-sexual, y trabajo con profesionales de diferentes ámbitos para la identificación y el abordaje de la explotación sexual infantil y adolescente.

Finalmente, también se prevé el estudio de la normativa existente y buenas prácticas legislativas y propuestas para combatir el tráfico y la prostitución, de lo que se derivarán toda una serie de propuestas normativas.

La directora del IB Dona, Maria Duran, en este sentido, ha resaltado el punto de partida «abolicionista» del plan y ha recordado que uno de los objetivos del instituto es la erradicación del turismo de excesos vinculado a la prostitución.

Belén Matesanz, de Médicos del Mundo, ha destacado que el proyecto da alternativas y opciones a las mujeres que quieren abandonar la práctica de la prostitución contra su voluntad. Matesanz ha hecho un llamamiento a poner en el foco en los consumidores de prostitución.

La prostitución en Baleares

Este proyecto surge a partir de la elaboración de un estudio encargado por el Instituto Balear de la Mujer que muestra la realidad de la prostitución en Baleares, en el que participaron entidades como Casal Petit o Cruz Roja, varias instituciones de las Islas y el Grupo de Estudio de la Prostitución en las Baleares (GEPIB), así como profesionales de diferentes ámbitos como el jurídico, la sociología, la antropología, la psicología, y el trabajo social o sanitario.

Este estudio puso de manifiesto que casi nueve de cada diez mujeres dejarían la prostitución si encontraran un trabajo y pudieran regularizar su situación, que dos de cada tres mujeres prostituidas lo hacen para mantener a su familia, o que entre el 30 por ciento y el 50 por ciento de las personas en situación de prostitución han sido víctimas de tráfico de personas con fines de explotación sexual.