Juan Pedro Yllanes no se plantea dar el salto a la dirección de Podemos.

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El vicepresident del Govern, Juan Pedro Yllanes, estrena nuevo equipo y nueva línea. Podemos quiere gestionar, pero también hacer política. De eso habla en la entrevista.

¿Qué opina de la decisión de Pablo Iglesias?
— Es un paso esencial. Hay que cerrar el paso a la ultraderecha en Madrid. Es una decisión valiente.

Y si no sale bien, ¿es su fin?
— Cualquier operación tiene sus riesgos, pero deberá ser Pablo Iglesias quien decida a la vista de los resultados. Yo no me planteo otro escenario que el de ver a Pablo Iglesias como presidente; creo que será el revulsivo para que se recupere el voto de izquierdas.

¿Se sienten cómodos con Armengol?
— Nos sentimos muchas veces cómodos, otras muchas nos sentimos incómodos y otras discrepamos abiertamente, aunque respetando el secreto del Consell de Govern.

¿Cuándo se han sentido incómodos?
— Lo estábamos con las políticas de vivienda y la persona responsable ha cambiado. Cuando entendemos que no se respetan los Acords de Bellver o se oponen frontalmente al proyecto político de Podemos, lo hacemos saber.

Pero se les ve desdibujados. Armengol tiene una presencia poderosa y a ustedes se les ve poco.
— Armengol es la presidenta y por ello tiene la máxima representatividad y una mayor presencia al trasladar los mensajes del Govern, pero la Vicepresidencia ha estado trabajando para que la pandemia afecte lo menos posible a los ciudadanos. Hemos estado en contacto con Podemos en Madrid, que también gobierna, para trasladar las preocupaciones en Balears y lo seguiremos haciendo.

¿Volverían a pedir las conselleries que tienen? Es un perfil poco ‘podemita’.
— Discrepo. Las conselleries que elige Podemos son estratégicas para la diversificación económica. El PSIB hace una apuesta muy clara al vincular el modelo económico al turismo, toda una declaración de intenciones. Nosotros optamos por la diversificación, la transición energética, por los sectores productivos y por el sector primario, que debe ponerse en valor.

Llevamos 20 años hablando de diversificación...
— Hemos dado un salto exponencial en las políticas de energías renovables desde que Podemos está en el Govern. Lo mismo con el sector de la innovación y con la idea de reforzar el sector primario. El PSIB apuesta por un modelo económico vinculado al turismo para mantener el status quo y Podemos apuesta por cambiar y renovar este modelo.

Antes hablaba del Gobierno. ¿Madrid entiende la realidad de una comunidad insular?
— Hay dos hitos que demuestran que Podemos se toma la política de manera diferente con respecto a Balears: se estuvo peleando para que los Presupuestos incluyeran la parte fiscal del REB, pero no conseguimos que el PSOE lo hiciera. Segundo hito: los 925 millones de ayudas directas a Balears se han conseguido gracias a la presión de Podemos. Podemos le ha torcido el brazo al ministerio de Calviño para que las ayudas superen a los préstamos blandos, que es lo que ella proponía. Nosotros tenemos más claro el problema de la insularidad en Balears que el PSOE.

Defiende el REB, pero votaron en contra de presentar un recurso.
— Algunos de los grupos que presentaron el recurso reconocen que no tenía forma de prosperar, pero querían ver si con eso se podían condicionar futuras negociaciones. Nosotros creemos que no era el mecanismo para que el REB prosperara. Suele ser mucho más eficaz sentarse a negociar.

Mae de la Concha ha dicho que no quiere continuar como líder de Podemos. ¿Se plantea relevarle?
— No puedo militar en un partido político porque me lo prohíbe la Ley Orgánica del Poder Judicial. Sigo siendo juez y podría arriesgar mi carrera, por lo que no participaré en ningún proceso interno, aunque estaré muy pendiente de ello.

Cuando le toque volver a ejercer de juez, ¿entenderá las reticencias a su posible falta de imparcialidad?
— Hay mecanismos que establecen que un juez que ha sido de Podemos no participe en decisiones que afectan a Podemos. Yo soy muy respetuoso con las leyes y, si sospechase que mi imparcialidad puede verse afectada, me abstendría.