El presidente de Pimem ha recordado el correcto comportamiento de la mayoría de establecimientos. | P. Pellicer

TW
11

La Federación de la pequeña y mediana empresa de Mallorca (Pimem) ha pedido este sábado que la fecha límite para mantener los bares y restaurantes cerrados sea el lunes 15 de marzo y durante la semana que viene negociar con la administración los porcentajes de ocupación interior de dichos establecimientos.

Según ha defendido el presidente de Pimem Jordi Mora en nota de prensa, la restauración «es un sector estratégico tanto a nivel laboral como económico por todo lo que conlleva su dinámica y por como repercute en diferentes proveedores, de aquí la urgencia de la apertura programada, segura pero rápida».

El presidente de Pimem ha recordado el correcto comportamiento de la mayoría de establecimientos y ha pedido ir un paso más allá, «que se colabore al máximo a la hora de hacer cumplir las normas a los clientes y que todos, de manera individual, sean responsables de sus acciones».

«De lo que se habla es de llegar a la temporada alta con las cifras más bajas posibles de contagios y proyectar una imagen de destino responsable y seguro», ha añadido.

Noticias relacionadas

La patronal ha recordado, asimismo, que los medidores de CO2 son obligatorios mientras que los purificadores son opcionales. Para Pimem es «muy importante» que los propietarios y gestores de los establecimientos cumplan los mínimos exigidos para poder dar el servicio con la máxima seguridad y ha recordado que «las zonas que están bien ventiladas son las que pueden prescindir de los purificadores».

Por otra parte, Pimem-Restauración ha hecho una pequeña encuesta interna donde se refleja que el 85 por ciento de las terrazas han abierto mientras que el restante 15 por ciento ha seguido cerrado. De las que han abierto, un 41% no han tenido ventas significativas, el 35 por ciento ha tenido ventas medias y el 24 por ciento ha vendido bien.

Para la presidenta de Pimem-Restauración, Eugènia Cusí, las cifras demuestran que «la reactivación es testimonial y por eso se necesita más determinación y rapidez en abrir los establecimientos con la seguridad exigida y con los controles necesarios para no perder más tejido productivo y puestos de trabajo».

Cusí ha dicho esperar dejar atrás el estado de alarma en Baleares cuanto antes ya que «las cifras de las Islas son mucho mejores que en otras comunidades y toca proyectar una imagen de seguridad y confianza acorde a la realidad que se tiene a día de hoy».