La publicista mallorquina Esther Barchilón ha ideado esta campaña.

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Nunca antes una esquela había significado otra cosa que anunciar la muerte de una persona, «pero es que también hay vida detrás de los bares y restaurantes». Con esta idea, la mallorquina Esther Barchilón, publicista creativa, acaba de lanzar el proyecto Esquelas de la restauración, un movimiento sin ánimo de lucro que nace en la red social de Instagram a fin de apoyar y visibilizar a los establecimientos afectados por la crisis.

A pesar de plasmar la muerte del sector hostelero en esquelas, el objetivo final es que consigan revivir. Es por ello que en esta red social tiene preparado un apartado para dar difusión a todos aquellos bares y restaurantes a nivel local y nacional que consigan resurgir de las cenizas.

5illes Mallorcaera, restaurante de la Colònia de Sant Jordi que cerró en 2020.
La Lusitana, churrasquería de Arquitecte Bennàssar, ha cerrado este 2021.
Satrigo, en Palma y Marratxí, es una pizzería afectada por las restricciones.

Proyecto

La falta de ayudas al sector fue uno de los temas que le llevó a impulsar el proyecto. «Tengo conocidos afectados y siempre pienso en cómo podría ayudarles». El pasado lunes, día 8, abrió el perfil en Instagram y empezó a buscar en diferentes canales aquellos establecimientos que han muerto o están muriendo por la situación. «Cuando los propietarios me cuentan sus historias me da mucha pena, ya que me hablan de que, efectivamente, hay una vida detrás del restaurante o bar».

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Cuantas más esquelas, mayor impacto y más repercusión. O al menos esta es la idea que ha querido transmitir esta publicista a través de un concepto creativo. No obstante, asegura que está siendo «difícil» llegar al número real de bares y restaurantes actualmente cerrados por la pandemia a nivel nacional.

Esther Barchilón, quien reitera que se trata de una iniciativa sin ánimo de lucro y gestionada en su tiempo libre, insta en las redes sociales a que las personas que ven afectados sus negocios se unan a la iniciativa y se genere así una red más amplia.

A través de la cuenta de Instagram, la publicista especifica un correo para hacer llegar el nombre del negocio y su ubicación y la fecha de apertura y de cierre. «Con las esquelas de bares y restaurantes pretendo hacer como una especie de paralelismo con las muertes humanas»

Desde el lunes ha reunido más de veinte negocios del país. Y a nivel local aparecen Bon Lloc, Satrigo, La Lusitana, Bar Taxi, La Mémé, Can Frasquet, Rosa del Mar o Izakaya, entre otros.

Rosa del Mar, conocido por su cocina de autor, bajó la persiana el año pasado.
Bon Lloc, en Palma, es un referente vegetariano que, tras 42 años, ha cerrado.