La situación en las residencias ha mejorado por la vacuna. | Efe

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Mallorca ya cumple siete de los ocho indicadores de riesgo aprobados por el Ministerio para bajar al menos un escalón en el nivel de restricciones de las Islas. Pero el único indicador que no cumple es, precisamente, el más delicado de todos ellos: el nivel de ocupación de las UCI está a un 36,41 por ciento cuando el Ministerio considera que superar el 25 por ciento es riesgo extremo.

La experta que asesora al Govern en el proceso de desescalada, Marga Frontera, reconoce que el resto de los indicadores van en la buena dirección, pero la situación en las UCI sigue siendo muy preocupante. Alerta de que facilitar la movilidad tendrá como consecuencia un aumento de los contagios, algo para lo que no están preparadas las unidades de cuidados intensivos.

«La subida de los contagios es muy rápida, pero el descenso es muy lento», señala. Por esta razón cree que la desescalada debe hacerse poco a poco para no arriesgarse a un colapso en las UCI y que se solapen los enfermos que ya están allí con los nuevos ingresos.

Un repaso a la situación de Mallorca muestra que la evolución ha sido muy positiva en las últimas semanas. Si se atiende a la incidencia acumulada a 7 y a 14 días, tanto en la población general como los mayores de 65 años, Mallorca se encuentra entre el riesgo medio y el alto, con tendencia a bajar. También es buena la ocupación de las camas COVID, en nivel de riesgo medio.

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El origen de los casos

Con respecto a la trazabilidad, es decir, el grado de conocimiento del origen de los contagios, el Govern lo sitúa en el 59,66 por ciento, aunque aquí hay discrepancias con el Ministerio, que da una trazabilidad del 13,7 por ciento. Los datos del Govern colocan a Balears en riesgo medio.

En función de estos indicadores, sin tener en cuenta la ocupación de las UCI, Mallorca estaría en el nivel 3 de protección con tendencia al nivel 2.

Ello implica, por ejemplo, que el toque de queda sería a las 12 de la noche, podría haber reuniones de seis personas –el nivel dos permite otras diez en el exterior–, y se podría estar dentro de los bares   y restaurantes (no en las barras) con una ocupación delimitada en función del nivel de ventilación. Lo mismo pasa en los gimnasios, cuya ocupación depende también de la ventilación. Los comercios podrían estar abiertos hasta las 10 de la noche al 50 por ciento de su capacidad.

Frontera alerta además de otro factor que les hace ser prudentes en la desescalada: se teme que la cepa británica provoque un aumento de los contagios. Frontera recuerda que esta cepa obligó a confinar el Reino Unido porque los contagios se dispararon a pesar de que las restricciones eran muy similares a las que tiene ahora Mallorca.