En los próximos días se conocerá la decisión que medita el obispo Taltavull. | M. À. Cañellas

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El obispo de Menorca, Francesc Conesa, ya ha dado a conocer su decisión de suspender, otro año más, todas las procesiones de Semana Santa, además de ajustar las celebraciones litúrgicas a las exigencias de las autoridades sanitarias. Mientras, en Mallorca, Sebastià Taltavull todavía medita cómo tiene que encarar la Diócesis uno de los períodos más importantes del calendario litúrgico de la Iglesia católica.

Un portavoz autorizado de la Asociación de Cofradías se mostró convencido ayer que, al igual que en Menorca, en Mallorca también van a suspenderse todas las procesiones «a pesar de la mejora de los datos en la cifra de contagios, consideramos que no hay tiempo suficiente para que las procesiones figuren en la desescalada», aunque, como es preceptivo en estos casos, se remitió «a una reunión en la que se nos tiene que convocar para darnos a conocer la decisión definitiva del obispo».

En parecidos términos se manifestaron desde el Obispado. las fuentes consultadas no quisieron adelantar ninguna postura a pesar de que ya se había hecho pública la decisión del prelado de Menorca. «Está prevista una reunión con los representantes de las cofradías, pero todavía no se ha fijado la fecha». Aunque no de una manera explícita tanto desde el Obispado como desde la Asociación de Cofradías se da ya por sobreentendido que este año tampoco habrá procesiones en Mallorca, como también se han suspendido las de Sevilla y las Fallas de València.

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Todo parece indicar que el obispo Taltavull quiere apurar hasta el último momento antes de fijar la suspensión o no de las procesiones en Mallorca, una cuestión sobre la que será determinante si se mantienen las actuales restricciones.

En este contexto, al igual que ya ocurrió el pasado año, todo indica que las nuevas tecnologías tendrán un notable protagonismo en las celebraciones litúrgicas ya que también es probable que se prolonguen las actuales limitaciones de aforo en los templos, que en la actualidad es del 30 por ciento. Se desconoce si Salut modificará este porcentaje.

En consecuencia, las recomendaciones del Obispado es que los oficios litúrgicos más importantes sean seguidos por las redes sociales o la televisión, toda vez se retransmiten en directo por streaming.