El hallazgo de cadáveres correspondientes al transporte marítimo de ganado se produce tanto en alta mar como en la costa. No deberían hallarse cuerpos enteros. | G.A.

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Barcos en tránsito de transporte de ganado lanzan al Mar Balear animales que han muerto durante la travesía. En este sentido, la Conselleria d’Agricultura, Pesca i Alimentació tiene constancia en 2020, de cuatro cadáveres de bueyes sudamericanos que aparecieron flotando en aguas de Mallorca, concretamente tres en la zona de cala Rajada y uno en la de Palma.

No es un problema nuevo, pero en Baleares se está intensificando respecto a años anteriores. No sólo se trata de los cuerpos que aparecen flotando en el mar, sino también de los que llegan a la orilla. En Formentera, sólo en marzo de 2020, llegaron a sus costas los restos de tres vacas. La aparición de vacas muertas en el litoral tampoco es una novedad en Menorca.

Al ser un problema extendido, el Gobierno central tiene detectada una especial incidencia en Tenerife, Gran Canaria, Ceuta, Tarragona, Mallorca y Menorca.

La Organización Marítima Internacional regula que, cuando un animal fallece durante una travesía, su cadáver deberá ser troceado antes de ser arrojado por la borda y siempre a una distancia superior a las 100 millas de la costa. El objetivo de la norma es claro: por separado, las piezas troceadas se hunden.

Sin embargo, fuentes de la Conselleria especifican que «la regulación establece que el animal muerto debe ser abierto, viscerado y troceado antes de ser lanzado al mar. Sin embargo, nos encontramos ante la evidencia de que esta norma no se cumple y se lanzan los cuerpos enteros al mar, lo que provoca que floten».

En el caso de los bueyes sudamericanos localizados el año pasado en aguas de Mallorca, se sabe que su destino era Asia a través del Canal de Suez. Las fuentes de la Conselleria señalan que «tradicionalmente se ha responsabilizado de estos cadáveres a los ganaderos locales, que se desharían de sus animales muertos lanzándolos al mar desde la costa. Sin embargo, se está comprobando que se trata de ganado que no es de aquí, sino de razas foráneas que son mercancía cárnica del comercio internacional».

El hallazgo de ganado muerto en el mar supone un coste de retirada, que puede resultar muy compleja, e incineración. No obstante, estamos hablando sólo de los cuerpos que se encuentran. En Mallorca, el Consorci de Recuperació de Fauna se hace cargo del tratamiento de los restos.

Maltrato, mal estado y pésima salubridad

Otra sombra en el transporte marítimo de ganado es el maltrato. En Balears no constan casos especialmente graves, pero en puertos de un intenso tráfico internacional como Algeciras y Las Palmas se han registrado intervenciones ante el mal estado y la pésima salubridad de miles de cabezas de ganado en un solo buque.