Según Lafau buscar culpables es una cosa «muy humana», aunque en esta situación en particular no ayuda a mitigar la incertidumbre. | Youtube

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La rueda de prensa semanal de Javier Arranz ha sido este martes diferente, al contar con la presencia de Oriol Lafau, coordinador de Salud Mental de Baleares, quien ha dado algunas claves sobre cómo gestionar el impacto emocional derivado de la pandemia de coronavirus.

Lafau, psiquiatra de profesión, ha dejado varios titulares interesantes encima de la mesa. «El bombardeo de información es muy difícil de gestionar, y la población está frustrada, cansada y triste», ha considerado el profesional, quien ha reconocido que «la sociedad en sí tiene esta sensación de frustración. Es lo que toca sentir, es lo normal, si no no seriamos humanos», ha enfatizado.

El responsable psiquiátrico de Baleares ha dado también recetas para mejorar la situación: «es el momento de tranquilizarnos y de ir todos a una», ha dicho, para luchar contra una incertidumbre que es general y transversal.

«Vivir el día a día es la única receta. Si nos ponemos a hacer previsiones se pueden incumplir afectando a nuestro bienestar mental».

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Para el experto está claro que «la frustración tiene que ver con una situación generalizada de tristeza», contra la cual tan solo cabe «vivir el momento, intentar resolver el problema que tenemos ahora y no pensar en lo que vendrá, aunque sea difícil hacerlo». De este modo la frustración disminuye. «Es una especie de antidepresivo social», ha apuntado.

«Debemos creer en la ciencia y no desaprovecharla como herramienta, agradecer el esfuerzo común y todas las redes de solidaridad que se han ido tramando en estos meses, agradecer a quienes creen en una sociedad que trabaja junta por un objetivo común. Creo que aun estamos en la culpa y en la queja», ha descrito el facultativo, quien ha sentenciado que debemos aspirar a ser «una sociedad más madura para solucionar los problemas. Si no dejamos de quejarnos no sé si lo conseguiremos».

Además Lafau ha repasado que el contexto cambiante que vivimos no ayuda a relativizar la incertidumbre, sino todo lo contrario. «Nos cuenta entender las reglas de este juego macabro, cuando nos hemos hecho con las normas volvemos a perder el timón. Es una situacion muy grave, un tiempo incierto que no sabemos cuánto durará».

«Otra cosa muy humana es buscar culpables, tras la primera ola fueron los jóvenes», ha recordado. «Eso canaliza nuestra rabia pero, ¿nos ayuda como sociedad? Según mi visión nos enfrentamos entre nosotros. Creamos caos entre el caos», ha apuntado el especialista, para quien no es momento de ahondar en los conflictos.

«Es el momento de tranquilizarnos y de ir todos a una», ha recomendado el psiquiatra, para quien «responsabilidad y solidaridad» son las palabras que deben primar, incluso por encima de «resiliencia». «Hemos oído hablar mucho de ella pero ahora no es el momento, ya hablaremos más adelante, porque es cierto que el cerebro humano tiene capacidad de sobrepasar dificultades y aprender lecciones de ellas».