La manifestación espontánea que congregó a 4.000 personas ha provocado preocupación en los socios del Govern. | Jaume Morey

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La crispación social abre una brecha en un Govern que hasta ahora se había mantenido monolítico. El malestar social generado por las últimas restricciones, que derivó en una espontánea manifestación de más de 4.000 personas, ha tensado la relación entre los socios de Govern ya que Més y Podemos consideran que fue un error anunciar las limitaciones sin ofrecer a la vez una línea de ayudas.

El malestar forzó que los socios del Pacte mantuvieran este miércoles una reunión de urgencia para tratar de recuperar el pulso de la gestión de la pandemia. Los socios de Armengol consideran que la imagen que se ha trasladado en los últimos días no es la adecuada.

Minusvalorar el enfado

Podemos cree que el núcleo duro de Armengol, en el que sitúan a Pilar Costa y Iago Negueruela, ha minusvalorado el creciente descontento social que se plasmó el martes en la calle. «No nos ha gustado cómo se ha tratado el tema», señala un representante de Podemos, quien afirma que ya hace una semana que están pidiendo a la presidenta que tenga cuidado al anunciar nuevas restricciones si no ofrece una alternativa a cambio. Podemos considera que el Govern no está explicando con suficiente claridad que el problema de las vacunas es que no llegan, no que no se administren, y alerta de que la gestión de la pandemia puede acabar con el Pacte. «Si no lo hacemos bien, quien vendrá será un Govern de PP y Vox», señalan.

Las críticas de Més

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Més coincide con las críticas de Podemos, especialmente en lo referido a las ayudas, hasta el punto de que la formación envió ayer un comunicado en el que pide al Govern que ponga en marcha un plan de rescate para ayudar a los sectores afectados. «Les hemos impuesto un sacrificio con unas medidas muy duras, pero no se puede dejar atrás a todo un sector», señalan desde Més.

Critican que ha habido más preocupación en no molestar a la gran patronal de la CAEB que en dialogar y dar soluciones a los hosteleros afectados. «Es un error pensar que los que se manifestaron son todos unos fachas», aseguran los socios de Armengol.

En Més hay, además, otra preocupación: temen que la decisión de Francina Armengol de no pedir el confinamiento total, que podría ser una solución, esté acordada con Pedro Sánchez. «Esperemos que no haya consignas de partido en la gestión de la pandemia», señalan desde esta formación. Los ecosoberanistas criticaron, también, el ritmo lento de llegada de las vacunas y que el Gobierno de Sánchez no haya dado aún una solución clara a los ERTE.

El entorno de Armengol asegura que el Govern entiende las reclamaciones de los ciudadanos que salieron a protestar de forma espontánea y el mensaje sigue siendo el mismo que llevan manteniendo desde hace días tanto la presidenta del Govern como la consellera de Salut, Patricia Gómez: hay que hacer un último esfuerzo para tratar de frenar los contagios. Aseguran que entienden la fatiga y el cansancio de la población, pero insisten en que la responsabilidad del Govern es frenar los contagios.

Con respecto al malestar de los socios por la gestión de las últimas restricciones, recuerdan que todas las medidas se aprueban en el Consell de Govern, donde se sientan dos consellers de Podemos y otros dos de Més, que hasta ahora han apoyado todas las soluciones propuestas desde la Conselleria de Salut o por la propia presidenta del Govern.