La mallorquina Sofía Coloma, en Palma. | Jaume Morey

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Con 28 años, la mallorquina Sofía Coloma, ingeniera, doctora en Automática y Robótica y especializándose en inteligencia artificial, es la única mujer que forma parte del equipo de robótica del proyecto mundial IFMIF-DONES (la Fuente Internacional de Neutrones Orientada por la Instalación Internacional de Fusión de Materiales) desde 2016. Trabaja en la definición y el diseño de los equipos y procesos de mantenimiento de los componentes del acelerador de partículas, que empezará este año a construirse en Granada, con robots.

Coloma se considera una apasionada de los robots, y esta pasión la ha llevado este año a iniciarse en el mundo de la inteligencia artificial (IA), algo que, cuenta, «complementa a la robótica y es el futuro. Quiero ser puntera en todo lo que hay, ahora mismo, de este campo».

Desde 2016, ha sobrellevado su actual trabajo en el IFMIF con el doctorado que ha finalizado en la Universidad Politécnica de Madrid. Asimismo, ha tenido la oportunidad de participar en dos estancias internacionales de alto prestigio, como son el Centro Aeroespacial Alemán (DLR) y el conocido Centro Europeo para la Investigación Nuclear (CERN). «Haber estudiado tantos años y llegar hasta allí ha sido una experiencia increíble», explica.

Inteligencia artificial

Aunque Sofía ha vivido casi todos sus años de estudiante entre robots, la inteligencia artificial es un campo que le ha dado muchas sorpresas, sobre todo por tener tanta relación con su principal pasión. «Cuando estudié la carrera, no di nada de IA y en el primer máster solo dimos una asignatura. Tampoco había muchos estudios sobre esto hasta hace poco», sostiene, cuando acaba de comenzar esta especialidad por la Universidad Europea.

Sobre el papel de la mujer en este terreno, defiende que «el mundo de la ingeniería tiene que ser para personas apasionadas, tenemos que quitarnos esa idea de que está enfocado para hombres. A día de hoy, cada vez hay más mujeres, aunque todavía somos pocas».

Poniendo la vista en el futuro, y observando todos sus logros, en cuanto termine el máster le gustaría hacer un parón y pensar bien hacia dónde dirigir toda esta experiencia en el apasionado mundo de la robótica y la IA.

Coloma, durante su estancia en el CERN.

Entre humanoides y el diseño de aceleradores

Durante su estancia en el Centro Aeroespacial Alemán (DLR) participó en un proyecto para controlar, de forma remota, un robot humanoide capaz de realizar tareas sanitarias a un enfermo de ébola. En el prestigioso CERN, estuvo colaborando en el desarrollo de una guía de diseño del acelerador para realizar operaciones remotas a través de robots. Fueron experiencias «inolvidables», asegura.