La disminución ha sido más importante donde el negocio turístico tiene más peso. | Michel's

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La disminución en la producción de residuos asociada a la crisis económica derivada de la pandemia ha provocado que la facturación de la empresa concesionaria del tratamiento haya experimentado, a su vez, una bajada importante. Aunque hay diferencias notables entre los municipios, la disminución alcanza, de media, el 24 por ciento de la facturación.

En dos municipios –Sant Llorenç (que factura a través de la Empresa Municipal Bellver), y Muro–, la bajada de la facturación es superior al 50 por ciento. En otras palabras: este año pagarán menos de la mitad de lo que abonaron en 2019 por la incineración de residuos.

En Palma, la disminución de la facturación es del 15 por ciento. Es mucho mayor en la Platja de Palma, pero no en las barriadas de viviendas, que la compensan. De hecho, la disminución en la facturación la han experimentado, sobre todo, los municipios donde la planta hotelera o el negocio turístico son importantes: Alcúdia, Capdepera, Santa Margalida, Pollença (que factura mediante la empresa EMSER), Santanyí, etcétera.

La excepción

La excepción es Fornalutx, la única localidad donde la generación de residuos no reciclables y la facturación han subido.

En los municipios donde el negocio turístico es escaso (viviendas vacacionales, algunos locales de restauración y poco más), como Inca o los de la Mancomunitat del Raiguer, la bajada ha sido menor y se ha situado en torno al 15 por ciento. En la Mancomunitat del Pla ha sido del 5 por ciento, y en Marratxí –el municipio de residentes por excelencia– es de solo el 4 por ciento.

Se debe remarcar que la bajada no se puede relacionar exclusivamente con la disminución del negocio turístico. Hay que recordar que los municipios van adoptando medidas para favorecer el reciclaje y reducir la generación de residuos que solo pueden incinerase.

Asimismo, se debe tener en cuenta que a partir de agosto se hizo efectiva la bajada de la tarifa correspondiente a 2020, que a su vez también ha repercutido en la disminución de la facturación.

De hecho, la bajada de la facturación (24 por ciento) es mayor que la bajada de la generación de residuos (21 por ciento).

El recibo municipal

Salvo alguna excepción, este descenso de la factura de TIRME a los ayuntamientos no se ha traducido en una bajada del recibo que las empresas y los hogares (o los ciudadanos) abonan a los consistorios. Calvià es uno de los municipios que sí tomó medidas en este sentido y ofreció a las empresas la posibilidad de «recalcular» el importe del recibo a raíz de la crisis, lo que podía llegar a suponer un ahorro de hasta el 50 por ciento.

Por lo tanto, cabe deducir que el mantenimiento del importe de los recibos y la bajada de la factura de TIRME habrá implicado un ahorro para los ayuntamientos, que han reducido los gastos pero no los ingresos por este concepto.
Por otra parte, hay que recordar que el Consell de Mallorca aprobó recientemente una nueva bajada de la tasa de residuos de 3,17 euros por tonelada para el año que viene. Esto ha suscitado una discrepancia con la concesionaria, que había propuesto que la tasa subiera.

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El Gobierno central ha eliminado las primas a la insularidad para las energías sujetas a régimen especial. A partir de ahora, si las empresas reciben el plus de renovables dejan de recibir el de insularidad, algo que supondrá una pérdida de ingresos de unos 15 millones de euros que afectarán de forma sustancial a TIRME, una de las que percibía esta prima por insularidad.