Isabel García, propietaria del local desde hace diez años. | Teresa Ayuga

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Otro emblemático de Palma estaría a las puertas de echar el cierre para siempre debido a la crisis del coronavirus. El bar Mónaco, emplazado en una esquina de la calle Nuredduna, es un local que abrió hace 95 años como cabaret, se transformó en un bar con peluquería en su interior y en la actualidad ha seguido la línea de ofrecer cafés, meriendas y menús del día. La actual propietaria desde hace una década, Isabel García, de 57 años, piensa en soltar las riendas de este oficio porque «la situación actual nos ha ahogado, es insostenible». Por ahora, cuenta, cerrará el bar desde el próximo lunes, día 21, hasta después de Reyes, sin saber todavía el futuro del establecimiento.

El Mónaco ha seguido apostando por ser un local de barrio de referencia, sobre todo para los trabajadores y vecinos de la zona, que son quienes acuden de forma asidua. «Aquí trabajábamos siete personas pero ahora la mitad están en ERTE», explica la gerente. «Se ha pasado de hacer 120 menús diarios a no llegar ni a diez en un día», lamenta Isabel, quien a la vez considera que esta decisión ha sido «dura» ya que «cuando me dieron la oportunidad de regentarlo, aposté por seguir adelante».

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El bar Mónaco, situado en la calle Nuredduna, cerrará el lunes, día 21.

Espacio político

El local era propiedad del señor Miquel Bosch cuando todavía era un cabaret, como recuerda Isabel. Luego lo transformó en bar y siguió la línea de café y restaurante. Asimismo, como peculiaridad, «dentro había una peluquería, pero se quitó con la reforma que se realizó en 2002. Todavía mantenemos fotografías de aquel entonces y algunas mesas de la época».

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Sin embargo, este emblemático de Palma no solo era el punto de descanso o encuentro para los trabajadores del barrio. La política española también lo frecuentaba. Isabel García menciona al político Cayo Lara, Soraya Sáenz de Santamaría y a la izquierda balear. «De hecho, aquí se fraguó el primer Pacte entre Podemos y PSIB», asegura la propietaria. También menciona que en la actualidad tienen clientes como Fina Santiago y políticos de Més.

La actual pandemia de la COVID-19 ha tergiversado los planes del Mónaco. Esta situación, manifiesta Isabel García, «ha sido insostenible» y es por este motivo que desde hace un mes y medio tomó la fría decisión de mantenerlo cerrado, aunque «por ahora no es nada definitivo. Pero llevo mucho dinero perdido y es muy difícil seguir así. Es una pena porque, con el bar, tenía mi vida organizada y esta crisis me ha arruinado», lamenta, y expresa que ha mantenido este bar «con mucho cariño todos estos años. Es como un hijo para mí. A veces, incluso, me emociono por cómo está terminando esto».

Por otra parte, critica que sean muchos los negocios que echen el cierre por la pandemia, y considera que «el Gobierno no nos da ninguna ayuda, ni hace nada para que podamos respirar un poco».

Hasta el próximo lunes, Isabel García preparará los últimos menús y servirá las últimas cañas o cafés. Sobre la decisión de trasladar el local, no la contempla, y opina que, aunque ella se marche del oficio, la marca del bar Mónaco perdurará.

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La peluquería desapareció en 2002.