Aurora Ribot, consellera insular de Sostenibilitat y Medi Ambient.

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La consellera insular de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Aurora Ribot, señala que la educación ambiental y la gestión de los residuos son puntos capitales para paliar los impactos que éstos producen en nuestro ecosistema y entorno social. En la entrevista, Ribot avanza la creación de una guía sobre cómo evitar el mal uso de los alimentos, que verá la luz a finales de mes, y comenta la Semana Europea de la Prevención de Residuos, que finalizó este domingo y que se centró en la importancia de la reutilización a fin de conseguir los objetivos europeos, nacionales y autonómicos.

¿Qué papel juega el departamento en la prevención de Residuos?
— El Consell de Mallorca tiene las competencias de prevención y gestión de los residuos no peligrosos de todo el ámbito insular. Anualmente se generan más de 600.000 toneladas de esta clase de residuos, los cuales tenemos que tratar y gestionar, pues suponen una serie de impactos medioambientales y están íntimamente ligados con el cambio climático. Nuestro principal objetivo es reducir la generación de residuos.

La Semana Europea puso en el punto de mira la educación ambiental y la gestión de los residuos.
— La educación es más que evidente. Hay un eslogan que dice ‘solo conservamos aquello que conocemos’. Con el tema de los residuos pasa lo mismo: si no conocemos todo el problema que suponen, los impactos en la naturaleza y ámbito social, no veremos la necesidad de cambiar nuestros hábitos y nuestra forma de ser. Así que nuestro papel, como consumidores, tiene mucho peso. Hay que tener claro nuestro rol, por eso consideramos determinantes la educación ambiental y la conciencia social.

Cuando hablamos de impactos adversos sobre el medio ambiente, ¿a cuáles nos referimos?
— Todos los residuos tienen multitud de impactos adversos, pero dependerán de su tipología. En el caso de los envases y plásticos, sus impactos comienzan desde su misma producción, continúan durante su utilización y concluyen, en el mejor de los casos, con su gestión y tratamiento. En el peor de los casos, estos plásticos quedan abandonados en el medio ambiente, afectando a todos los procesos naturales e incorporándose a las cadenas tróficas.

En qué situación se encuentra Balears en su reivindicación de la reducción y reutilización de los residuos?
— Aquí todavía hay mucho trabajo por hacer. Son muchos los frentes abiertos. Pero si tenemos que destacar una de las principales líneas a trabajar para conseguir la reducción real de los residuos diría la sección de la materia orgánica que, en estos momentos, supone más del 40 % del peso de una bolsa de basura. Es evidente que si conseguimos que la ciudadanía y todos los municipios hagan una correcta separación y recogida de esta fracción estaremos consiguiendo una importantísima reducción en la generación de residuos. Además, hay que recordar que la materia orgánica no tiene por qué ser un residuo, es un recurso. Este sería el reto principal de la actual legislatura política.

¿Qué otro objetivo se marca en la Ley Balear de Residuos?
— Otro punto a destacar es evitar el derroche alimentario, puesto que según calcula la FAO en la Unión Europea, cada año se derrochan 88 millones de toneladas de alimentos, con un coste asociado de 143 billones de euros. Por eso estamos a punto de sacar unas guías sobre cómo evitar este derroche, que se presentarán en formatos dirigidos a los supermercados y al sector HORECA (el canal de distribución para alimentos) y a los consumidores finales.

De hecho, la reutilización es una de las piezas fundamentales para conseguir los objetivos del Pacto.
— La normativa en temas de residuos marca una jerarquía, que consiste en reutilización, reciclaje, otras formas de valorización material, valorización energética y eliminación. Por lo tanto, la reutilización es el primer peldaño en esta jerarquía. Si un residuo es reutilizable pero su destino acaba siendo otro peldaño, estamos ante un fracaso. Trabajamos muy activamente con la reducción, y por eso la importancia de la Semana Europea de Prevención de Residuos.

¿Qué datos tenemos este año en materia de residuos?
— Este año es muy atípico y todavía no tenemos datos, pero es evidente que la acumulación de estos residuos no peligrosos va muy ligada a la actividad económica de Balears. Podríamos decir que ha caído en torno a un 30 % por que, en la misma línea, ha disminuido la temporada este año.

Las entidades adheridas a esta campaña a propósito de la Semana Europea reivindican a la administración la puesta en marcha del Fondo de Prevención y Gestión de Residuos. ¿En qué situación se encuentra?
— Se trata de una iniciativa que recoge la Ley Balear de Residuos, y de una competencia del Govern, organismo que está trabajando en este campo. De momento, no se puede informar en qué punto está esta tramitación.