Imagen de archivo de una oficina de Halcón Viajes. | Redacción Local

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El grupo turístico Globalia ha solicitado a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) un préstamo de casi 240 millones de euros para ayudar a la integración de Halcón Viajes y Ávoris, las agencias turísticas de Globalia y Barceló, según informaron fuentes conocedoras de la operación. Naviera Armas también habría solicitado otros 100 millones de euros para ayudar a reflotar la compañía naviera.

Se trataría de la segunda ayuda económica pública que solicita la familia Hidalgo, propietaria del grupo turístico Globalia, tras haber obtenido una inyección de 475 millones de euros para salvar a su aerolínea Air Europa.

Este nuevo préstamo, que aún esta en una fase preliminar de estudio, permitiría reanudar a ambas compañías el proceso de integración de sus filiales de agencias de viajes que estaba congelado tras la pandemia en la que se tuvieron que cerrar numerosas agencias, lo que paralizó el desarrollo de las negociaciones.

Los trámites de la operación acaban de arrancar y ambas compañías confían en que el consejo gestor del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas apruebe la operación y reciba el visto bueno del Consejo de Ministros a principios de año.

La fusión de las divisiones minoristas y mayoristas de viajes de Halcón Viajes y Avoris permitiría la creación de un gigante del sector en España, con 1.500 puntos de venta, una plantilla de 6.000 personas y una facturación superior a 3.700 millones de euros.

Globalia aporta sus agencias de viajes minoristas, Viajes Ecuador y Halcón Viajes; la red de agencias de viajes independientes asociadas, Geomoon; la mayorista Travelplan; el banco de camas Welcome Beds; la división de viajes corporativos Globalia Corporate Travel; la agencia de viajes y eventos Globalia Meetings & Events, y Globalia Autocares.

Por su parte, Barceló, a través de Avoris, incluye las agencias de viajes minoristas B the Travel Brand, B the Travel Brand & Catai; BCD Travel y BCD Meetings & Events y la aerolínea evelop!, entre otras marcas.

Los grupos turísticos decidieron paralizar el pasado mes de junio la operación, que se preveía culminar antes de fin de año, «hasta que se normalice la situación». El objetivo era poder retomarla «en cuanto la situación de la pandemia esté más controlada, las agencias empiecen a funcionar con normalidad y puedan valorar adecuadamente la situación de los negocios, que han permanecidos tres meses cerrados», según explicaron a Europa Press fuentes de las compañías.

Las duras restricciones de movilidad de la mayoría de los países de todo el mundo y el desplome de la facturación en verano complicaron la recuperación de la actividad turística y de las agencias de viajes. Aún así, ambas compañías confían en que la ansiada recuperación se producirá a lo largo de 2021. Por ello han decidido solicitar ayuda a la SEPI para garantizar su viabilidad a corto y medio plazo.

Aún se desconocen las condiciones que fijará el consejo gestor de SEPI para la concesión de este préstamo, pero entre ellas podría estar el reparto de poder dentro del grupo e incluso la presencia del Estado en el consejo de administración de la nueva compañía que surgiera de la unión.

Esta ayuda es la segunda que recibe el Grupo Globalia después de que el Gobierno aprobara dos préstamos a la aerolínea Air Europa por un total de 475 millones de euros a través de dos préstamos con seis años como plazo máximo de amortización, en una operación «necesaria» debido al «carácter estratégico» de la compañía aérea española.

La familia Hidalgo recibiría así un respaldo público de 475 millones de euros, que se canalizarán a través de un préstamo participativo por importe de 240 millones de euros y de otro préstamo ordinario de 235 millones.

SEPI entrará en el consejo de administración de Air Europa con dos puestos y podrá decidir sobre el nombramiento del CEO y sobre posibles regulaciones de empleo en la compañía.

La compañía Naviera Armas Trasmediterránea también ha decidido acogerse al fondo de rescate gestionado por SEPI, al que habría solicitado fondos públicos por unos 100 millones de euros, según confirman a Europa Press fuentes conocedoras de la operación.

La compañía canaria reconoció a primeros de mes que estaba trabajando en un plan de reestructuración de deuda y desmintió que se encontrara en una situación preconcursal. La empresa aseguraba en un comunicado que lo que está haciendo es una refinanciación de sus bonos para preservar su liquidez y optimizar su estructura de capital.

Ante la afectación de la demanda derivada de la crisis del Covid-19, la compañía explicó que ha iniciado conversaciones con los representantes de los principales bonistas para refinanciar o reestructurar los bonos con vencimiento en 2023 y 2024, algo que esperaba que fructificara en las próximas semanas.

Ahora, la naviera ha registrado una petición de ayuda a través del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas, gestionado por la SEPI y dotado con 10.000 millones de euros, que tiene como objetivo ayudar a empresas clave en la economía española.

La cuantía final de la ayuda y los términos del rescate dependerán de la evaluación que la SEPI realice de la situación real de la empresa, y del plan de viabilidad que la naviera presente.

El apoyo también podría implicar la designación de consejeros por la SEPI o algún tipo de control para vigilar la buena gestión de las ayudas.