El jefe de virología de Son Espases, Jordi Reina. | Teresa Ayuga

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El jefe de virología del hospital de Son Espases, Jordi Reina, se ha manifestado con mucha prudencia respecto al anuncio de la farmacéutica estadounidense Pfizer. Este martes, en Ib3 Ràdio, ha advertido de que «los resultados no se han publicado aún en ninguna revista científica, no conocemos exactamente la letra pequeña. Dicen que tiene una eficacia del 90%, pero esta eficacia se ha demostrado sólo en un grupo muy pequeño: 94 personas vacunadas expuestas al virus». En el mismo sentido el doctor ha alertado de que en estos momentos no se conoce «la protección real ni qué duración tendrá».

El jefe de virología ha reconocido que una vacuna no será suficiente: «Está claro que necesitaremos más de un tipo de vacuna, no es lo mismo vacunar a un niño de dos meses que una mujer embarazada o un señor de 80 años».

Situación descontrolada

Jordi Reina ha reconocido que, a nivel europeo, no tenemos el control del virus. «A pesar del confinamiento y las mascarillas, el virus sigue circulando. Los datos no son lo que quisiéramos. No estamos consiguiendo detener la dispersión del virus a través de las restricciones».

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El doctor asegura que «todos los epidemiológicos europeos no entienden esta segunda ola tan masiva y la velocidad de dispersión. Es cierto que el virus ha mutado, se ha adaptado a la especie humana y es muy fácil de transmitir. O ponemos medidas mucho más restrictivas o la situación irá a peor. Ahora mismo la única forma de detener la transmisión es un confinamiento domiciliario».

COVID, en Baleares

Algo más positivo se ha mostrado el doctor Jordi Reina a la hora de valorar la situación de la pandemia en Baleares. «Por suerte, la penetración del virus parece estar más controlada en las Islas, el sistema sanitario está absorbiendo todos los incrementos. La situación está muy alejada de la situación nacional. Ahora mismo, si no hay un cambio radical, en las Islas no es necesario un confinamiento domiciliario», ha concluido.

De nuevo, sobre la vacuna, Reina ha explicado: «Una cosa es hacer un ensayo entre 10.000 personas y la otra vacunar a miles de millones de personas. Si el objetivo es vacunar el mayor porcentaje de la población humana, se debe tener una seguridad absoluta o casi absoluta que esto no tendrá efectos colaterales negativos».

Finalmente, Reina valora que «se han precipitado con el anuncio, porque la vacuna se debería mantener a -70 grados. Desde el punto de vista logístico es muy complicado. Preparar los planes de vacunación masiva implicará comprar congeladores, material y equipamiento que en complicará mucho la implantación. Además, se necesitan dos dosis; repetir el proceso al menos dos veces».