Calles comerciales. Las patronales de comercio hablan de bajadas de la facturación de hasta un 70 por ciento, recrudecido por el desplome de turistas. En restauración las cifras son similares y muchos negocios apenas pueden sobrevivir a esa caída de ingresos. | Jaume Morey

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Las grandes franquicias y enseñas internacionales están aprovechando las importantes rebajas en el precio de los alquileres de los locales de Palma para hacerse un hueco en escogidos enclaves. Sus movimientos estratégicos ya han sido detectados por las patronales de comercio y restauración, que ven cómo algunos inversores aprovechan la bajada de persiana de aquellos que no aguantan los estragos del virus.

«Para quien tiene dinero ahora es un momento de oportunidad», señala Eugenia Cusí, presidenta de PIMEM - Restauración. Y advierte que las grandes cadenas están buscando locales grandes en primera línea de mar». Todo esto sumado a las grandes rebajas del precio del alquiler de ciertos locales que se han vaciado por el virus. «Se han pagado auténticas barbaridades», señala Cusí, que cree que ahora se están atemperando los precios.

Mientras tanto, empresarios y dueños de locales están renegociando sus alquileres, que en aquellos que hay acuerdo suponen una rebaja del 50 por ciento de la mensualidad. Aún así, eso no compensa «la bajada de ventas del 70 por ciento en el sector de la restauración».

Invierno

De hecho, hay bares y restaurantes que no podrán instalar calefacciones en sus terrazas «porque está muy pillado y no se la quieren jugar. Hay muchos negocios que no tienen liquidez para invertir entre 2.000 y 10.000 euros que supone climatizar una terraza para el invierno».

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En el mismo sentido se expresa Toni Fuster, presidente de Afedeco. «Gente con dinero y fondos buitre siempre los ha habido. Hay personas con colchón económico que accede a cosas que hace un año no eran viables en el centro de Palma», dice. Fuster advierte que en aquellos alquileres que se han renegociado precios ya han incluido una rebaja del 50 por ciento. «Hay otros que no hay renegociado y están abocados a cerrar», dice.

Y todo esto, con un desplome «del 75 por ciento en las ventas. Las nóminas y el alquiler del local son «los principales gastos de un comercio junto con los impuestos». Fuster señala que «nuestra preocupación es recuperar a los empleados del ERTE y revitalizar los comercios pero si no hay consumo... Las nuevas medidas no ayudan aunque lo primero es solucionar la situación sanitaria».

También indica Fuster que la situación y el precio de los alquileres no es igual en el centro de Palma que en los barrios, «donde el cliente es más fiel. En el centro, sin turismo no hay clientes».

«Hay comercios que están haciendo 50 euros de caja al día y llevan meses sin apenas facturar», dice Miguel Àngel Salvà, vicepresidente de Pimeco y portavoz de Palma.

Menciona las ayudas directas que ha puesto en marcha Palma Activa «con un total de 1,7 millones, que suponen hasta 2.000 euros para cada comercio. Pero eso me supone apenas el 20 por ciento de un alquiler en el centro de Palma», se lamenta Fuster, que aboga por «ayudas al alquiler gestionadas por el Govern».