Las viviendas unifamiliares son las que optan por las instalaciones fotovoltaicas.

TW
8

La transición energética no es una mera quimera política, sino que, aunque solo está al principio de un largo camino por recorrer, avanza de forma satisfactoria. Cada vez son más los ciudadanos que apuestan por la energía sostenible y prueba de ello es el incremento de instalaciones fotovoltaicas por parte de particulares. En Baleares, se duplican cada año, según el secretario técnico de la Asociación de Instaladores Empresarios de Baleares (Asinem), David Jimeno.

Las Islas cuentan con cerca de 2.000 instalaciones fotovoltaicas inscritas en el registro de autoconsumo, según datos de la Direcció General d’Energia i Canvi Climàtic. Son las que están en los tejados de particulares, pequeñas y medianas empresas, y edificios públicos. La potencia instalada alcanza los 16.178 kilovatios de pico (kWp), esto es, la máxima que genera un panel o conjunto de paneles en las horas de máxima insolación. Es la potencia que consumen de media cerca de 8.100 viviendas, partiendo de un consumo medio de dos kilovatios por casa.

En estos momentos, el autoconsumo representa el 20 % del total de la energía renovable que se genera en las Islas. El 80 % restante procede de los parques fotovoltaicos. El objetivo del Govern, según el director general d’Energia i Canvi Climàtic, Aitor Urresti, es seguir impulsando el autoconsumo para que su peso aumente.

Hay que tener en cuenta, según reconoció el secretario técnico de Asinem, que las subvenciones que otorga el Govern desde la pasada legislatura para fomentar el autoconsumo han sido determinantes para que cada vez más ciudadanos opten por instalar placas solares en sus tejados. «Desde que se eliminó el conocido como impuesto al sol y el Govern subvenciona la instalación de placas solares, la demanda se ha disparado», indicó Jimeno.

Subvenciones

El auge del autoconsumo ya se inició la pasada legislatura. Desde entonces, año tras año, se incrementa la partida presupuestaria destinada a subvencionarlo. Se intenta dar respuesta así a la elevada demanda de particulares y empresas que solicitan la ayuda. Prueba de ello es que en la convocatoria de este año un 65 % de peticiones de pymes y particulares quedaron fuera. En solo dos años, se han multiplicado por siete las solicitudes presentadas, al pasar de las 271 de 2018 a las 1.940 de este año.

Xavier Bibiloni imax instalaciones placas solares energia solar casa finca en sol de mallorca

Según datos de la Direcció General d’Energia i Canvi Climàtic, de los 1.940 expedientes presentados, se aprobaron 684. El importe de la subvención ascendía a tres millones de euros y a la vista del gran interés despertado, se decidió ampliar en 500.000 euros más. Esto supondrá que se podrán beneficiar de la ayuda alrededor de otros 200 expedientes que, en un primer momento, quedaron excluidos, según avanzó Urresti.

La subvención de este año habrá más que duplicado la que se concedió en 2019, que ascendió a 1,9 millones. Para el próximo año está prevista una partida de cinco millones. Estos datos muestran un cambio de tendencia en el último lustro. En 2015, cuando la ayuda pública fue de 575.000 euros, ni siquiera se agotó. Ahora, tres millones quedan cortos. Estos datos son solo una muestra de que el autoconsumo energético gana adeptos y de que cada vez hay más ciudadanos que optan por las energías renovables.

Unifamiliares

Hasta el momento, la mayoría de instalaciones solares de particulares son para viviendas unifamiliares, según indican desde el Govern y Asinem. El hecho de tener que contar con el visto bueno de todos los propietarios, que deberían repartirse los costes del proyecto, dificulta su implantación en comunidades de vecinos.

Por este motivo, el Ejecutivo autonómico prepara una convocatoria específica para este coletivo. Aitor Urresti explicó que el objetivo es avanzar en el autoconsumo e incidir, de forma especial, en los edificios plurifamiliares. «Nuestra prioridad son las instalaciones más pequeñas, que no consumen suelo rústico y que, además, benefician económicamente a los ciudadanos», indicó el director general.

El reto del Govern es ahora fomentar el autoconsumo compartido. Esto es, que una única instalación fotovoltaica abastezca a varios consumidores. Esta modalidad no incluye solo a edificios plurifamiliares sino también a que un mismo proyecto en un polígono industrial pueda suministrar energía a varias empresas. Otra fórmula sería impulsar una instalación en un ayuntamiento o en un edificio público para beneficiar a los vecinos de alrededor.
Si bien este tipo de instalaciones de carácter colectivo ya pueden optar a las convocatorias de subvenciones otorgadas hasta la fecha, el próximo año habrá de específicas. «Vemos que necesitan un mayor impulso y queremos promover uno o dos planes piloto en este sentido», señaló Urresti.

Además de particulares y empresas, los edificios públicos también se han ido sumando al autoconsumo. Para ello, el Govern cuenta con una línea de ayudas para que ayuntamientos y consells impulsen proyectos fotovoltaicos en sus instalaciones.

Parques solares

El otro gran impulso a las instalaciones de energías renovables en Baleares son los parques solares. Esta semana, el parque fotovoltaico de Son Corcó, en Consell, ha iniciado su puesta en servicio provisional en pruebas. Se trata de una instalación fotovoltaica que ocupa una superficie de casi tres hectáreas y que permitirá generar una potencia de 2,4 Megavatios (MW). Es el primer parque que se pone en marcha en las Islas desde 2011, cuando el Gobierno central suspendió las ayudas a las energías renovables. Además, también es la primera instalación que entra en funcionamiento de los 55 proyectos de energía solar fotovoltaica que el Govern ha previsto que se construyan en los próximos dos años a través de la financiación de la primera convocatoria de ayudas SOLBAL del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), adscrito al Ministerio de Transición Ecológica.

Baleares cuenta en la actualidad con 38 parques fotovoltaicos en funcionamiento, a los que se sumará el parque de Son Corcó cuando finalice el periodo de pruebas. De éstos, 35 están en Mallorca, dos en Menorca y uno en Formentera.