Reunión de afectados de Dentix. FOTO: BOTA | Pere Bota

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Tristeza, enfado y, sobre todo, impotencia. Son los sentimientos que se escondían tras las mascarillas del centenar de afectados por la quiebra de Dentix que ayer acudieron a la asamblea informativa convocada por la asociación de consumidores Consubal. Su presidente, Alfonso Rodríguez, indicó que los afectados en Baleares superan los 6.000 y que hasta el momento ya han recibido alrededor de 700 denuncias y solicitudes de información.

Los abogados Juan y Marina Escandell, del bufete Escandell Leal, fueron los encargados de explicar la situación jurídica a los asistentes. El camino que les espera de ahora en adelante no será fácil y hay que esperar todavía a conocer más información una vez que se designe al administrador concursal de la empresa, lo que depende de un juzgado de Madrid. Lo que sí se avanzó ayer es que las personas con tratamientos ya pagados pero sin terminar serán las que tendrán más dificultades para recuperar su dinero.

Son muchas las personas que se han quedado con un tratamiento a medias, pese a ya haber acabado de pagarlo. Es el caso de Victoria Sánchez, que ha abonado 12.000 euros a través de la financiación que ofrecía esta red de clínicas dentales. Es el coste completo de su tratamiento, pero aún no ha finalizado. «Me faltan tres implantes por hacer y en la clínica me dicen que no me los pueden realizar porque ya no hay cirujanos», manifestó ayer visiblemente enfadada. «Durante mucho tiempo me he privado de otras cosas para pagarme un tratamiento que no me han finalizado», dijo. En la misma situación se encuentra Carmen Vera: «Que nos sigan atendiendo o nos devuelvan el dinero. No podemos costearnoslo en otro sitio», aseguró.

Pese a la fallida, las clínicas siguen abiertas, aunque con un servicio mínimo. Esto dificulta aún más las reclamaciones, según Rodríguez, quien reconoció que se dan citas para dentro de dos o tres meses, complicando aún más la situación de muchos pacientes. Una de estas es Mari Carmen Gallego, quien lleva ortodoncia y desde que comenzó el confinamiento solo la visitaron una vez, en agosto. «En mi caso las visitas eran mensuales. Ahora no tienen ortodoncista y aunque hemos intentado parar la financiación, es complicado», dijo.

Sin embargo, las personas que se encuentran en esta situación, es decir, con tratamientos que aún están pagando a través de un crédito financiero, lo tendrán más sencillo a priori. Según explicó Escandell, el primer paso será informar a Dentix que se rescinde el contrato y comunicar esta misma situación a la entidad, de modo que se dejarán de abonar las cuotas.

De todos modos, ahora es solo el principio. Como señaló el abogado, falta por conocer si se liquida la empresa o, en cambio, la intención de Dentix es alcanzar un acuerdo con los acreedores y dar continuidad así a la empresa. Por ahora, desde Consubal citarán a todos los afectados para tratar los casos uno a uno.