El aeropuerto de Palma, en mínimos. | Redacción Local

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La Federación Empresarial Balear de Transporte (FEBT) afirma que la caída en picado del turismo extranjero, principalmente alemán y británico, la cancelación de los viajes de la tercera edad del Imserso y los cruceros, así como el hecho de que está prácticamente cerrada la oferta de ocio «ha provocado que el 96 % de la flota de autocares autocares turísticos estén paralizados en los garajes por falta de actividad empresarial», señala el gerente de la FEBT, Salvador Servera.

Esta coyuntura hará que más de 1.100 autocares estén durante toda la temporada de invierno parados. Servera añade: «La puntilla fue el anuncio de la cancelación de los viajes del Imserso, ya que los miles de turistas de la tercera edad eran un segmento de mercado que mueve cientos de excursiones en Mallorca, Menorca y Eivissa durante los meses de temporada baja y media».

Las empresas de transporte discrecional por carretera se han visto obligadas en esta coyuntura a enviar a la práctica totalidad de sus trabajadores a los ERTE, que con el nuevo cambio introducido por el Gobierno podrán estar en esta situación hasta el 31 de enero sin consumir paro.

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Los touroperadores extranjeros, por su parte, han dejado de contratar autocares porque la llegada de turistas a las Islas es casi simbólica desde mediados de agosto, fecha en la que el Gobierno alemán recomendó no viajar a Balears por la COVID-19. A esto añadir que el mercado británico desapareció a partir del 25 de julio, cuando el Gobierno británico anunció que todos los viajeros procedentes de Balears deberían pasar una cuarentena de dos semanas.

Otro factor que ha incidido negativamente es la cancelación de todos los congresos, reuniones de empresas y viajes de incentivos por el coronavirus. Los cruceros tampoco han quedado al margen y no se programarán hasta que el Gobierno central lo decida. Ambos segmentos de mercado propiciaban en los inviernos un gran movimiento de personas, «lo que tenía un efecto directo en todo lo relacionado con los traslados de los aeropuertos a los hoteles y la programación de excursiones, excursiones», explica el gerente de la FEBT.

Servera puntualiza que también «el hecho de que gran parte de la oferta de ocio está cerrada también afecta al transporte, porque no hay movimiento de autocares alguno. Esta coyuntura no se había vivido antes en nuestro sector, por lo que afectará a la cuenta de resultados de todas las empresas de transporte».

Algunas de ellas han optado por el cese temporal de su actividad hasta el próximo año, como lo hacen muchos hoteles cuando finaliza la temporada turística.

Los sindicatos UGT y CCOO coinciden en señalar en que ante adversa situación económica laboral lo primordial es mantener un diálogo con las empresas y buscar la mejor solución para los trabajadores afectados.