Los sistemas de vigilancia marinos muestran la escasa aparición este año de la ‘pelagia noctiluca’, que causa la mayoría de las picaduras. | vilainecrevette

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Las medusas han decidido confinarse este verano. La Pelagia noctiluca, una de las especies más abundantes en aguas balears, apenas ha aparecido entre los bañistas. Así lo constata el jefe de servicio de Recursos Marinos de la Dirección General de Pesca y Medio Marino del Govern, Antoni Grau.

A través de un sistema de vigilancia, diversos técnicos realizan observaciones diarias sobre la presencia de medusas en Baleares. «La Pelagia es la medusa que más molesta en verano» a los playeros. Asegura que este año no ha habido muchas. «No sabemos por qué. Lo que sí podemos decir es que son especies que viven en alta mar. Si llegan a las costas dependerá de fenómenos meteorológicos, como tormentas», destaca Grau sobre el movimiento de este tipo de animal.

Vigilancia

La Dirección General de Pesca y Medio Marino cuenta desde 2014 con un sistemas independiente para observar –a fin de contabilizar– la población de las medusas en nuestras aguas a través de la vigilancia de reservas marinas, socorristas de las playas y los barcos de recogida de residuos. «Este año, por motivos de la COVID, no hemos contado con la contratación de este último servicio de la Agencia Balear de Agua y Calidad Ambiental (Abaqua), por lo que el recuento ha sido más deficiente. Sin embargo, el sistema de vigilancia de reservas marinas ha constatado muy poca presencia de medusas».

Las costas más expuestas son las que bordean la Serra de Tramuntana, la zona del parque natural de Mondragó e incluso Sant Elm. «Siempre hay Pelagias en alta mar. A diferencia de otras medusas, como la Cotylorhiza tuberculata –o el ‘huevo frito’–, éstas no necesitan llegar a tierra porque carecen de la fase pólipo», señala Grau, y añade que es un ejemplar muy abundante en época primaveral y sobre todo estival. El sistema lleva a cabo unas 30.000 observaciones anuales. Sin embargo, con esto «no podemos predecir si cada vez hay más medusas. Empezamos a contar esta población a partir de 2014, y podemos decir que 2018 fue un año muy abundante de esta especie. Lo que hemos descubierto es que se concentran en las playas de Banyalbufar, Estellencs..., es donde hay más picaduras». En este sentido, Grau asegura que ha habido años donde registraron hasta 10.000 personas afectadas.

Acuerdo

Hace tan solo unos días el Govern anunció la autorización del convenio entre la Conselleria d’Agricultura, Pesca i Alimentació, el Sistema d’Observació i Predicció Costaner de Balears (SOCIB) y el Consell Superior d’Investigacions Científiques (CSIC), con el objetivo de desarrollar un modelo matemático que sirva para predecir la proliferación de estos organismos en nuestras aguas. Se trata de la continuación de un convenio ya firmado en 2015.

«Con este acuerdo, estos dos organismos de investigación tendrán acceso a nuestra base de datos. El objetivo es hacer modelos predecibles en torno a la Pelagia noctiluca», que es la causante de la mayoría de picaduras a bañistas y la que más prolifera. Son muchas las medusas que cada año visitan durante unos meses estas aguas. Grau señala hasta 12 especies en las Baleares, como la Cotylorhiza tuberculata, también conocida como ‘huevo frito’, que llega en esta época del año, la medusa Aurelia aurita o la Rhizostoma pulmo. Debido al cambio climático llegan más especies a nuestras Islas, como es el caso de la carabela portuguesa, cada vez más presente.