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El aniversario de la Legión española, cuyo nombre original fue Tercio de Extranjeros, no se celebra de manera oficiosa la fecha en la que se hizo oficial su creación por decreto de Alfonso XIII, sino cuando se alistó el primer soldado.

Fundada el 20 septiembre de 1920 por el teniente coronel de Infantería Millán-Astray, este cuerpo de elite moldeado a inspiración de la Legión Francesa cumple hoy 100 años de existencia. Un siglo en el que su idiosincrasia y labor se ha ido moldeando a los tiempos que corren sin variar su función.

El objetivo de esta fuerza en 1920 era sustituir a las unidades de reemplazo (reclutamiento forzoso) cuya poca formación causaba muchas bajas y dificultades en el desarrollo de las operaciones. Actualmente, la Legión cuenta con cuatro acuartelamientos: Ceuta, Melilla, Ronda (Málaga) y Viator (Almería).

Aunque Mallorca nunca ha tenido un destacamento, sí que están documentados los banderines de enganche (soldados que persuadían a reclutas o civiles para que se alistaran como voluntarios a la Legión). De todas maneras, es un cuerpo muy conocido en la Isla porque ha servido de retiro a muchos lejías, ya fuesen mallorquines de vuelta a casa o militares que eligieron Mallorca como lugar de destino.

La Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios es el punto de unión de estos militares, aunque ahora está algo desactivada. El respetado coronel Ramon Isasi Rovira fue durante años su presidente.

Los coroneles Carlos Alemán (retirado) y José Luis Miguel Albarracín (en la reserva) sirvieron en la Legión casi tres años el primero y cuatro el segundo. Albarracín fue designado en 1995 jefe de la misión de observación de la Unión Europea en Yugoslavia. Por su parte, Alemán fue Jefe fundador del Grupo de Operaciones Especiales.

Albarracín y Alemán recordaron la figura del capitán mallorquín del Tercio Bartolomé Munar Munar (Palma, 1895 - 1962), autor de una heroica acción en Marruecos que le valió la Cruz Laureada de San Fernando.

Evolución necesaria

Acerca de cómo ha cambiado la Legión, Albarracín explica que «ha evolucionado porque no quedaba más remedio, como la sociedad española. Cosas que se hacían antes en el Tercio y que la sociedad permitía, hoy serían imposibles». Alemán zanja la conversación con una anécdota que resume para él el espíritu legionario: «En 1998 teníamos un desfile preparado y el cabo que mandaba la banda recayó de una enfermedad. Aún así, se presentó dos veces en el cuartel para ensayar, aunque estuviera muy grave. Con aquella tenacidad acabó muriendo. Este recuerdo resume el espíritu del cuerpo».