El testigo protegido 29 ha acudido a los juzgados con una página del Diario de Mallorca en la que aparece una fotografía de Bartolomé Cursach. | Alejandro Sepúlveda

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Desatado pero cubierto con gafas, gorra, pañuelo y mascarilla. Daniel Corral, el antiguo recoge vasos de Tito’s que terminó siendo el testigo protegido 29 del ‘caso Cursach’ afirma ser víctima de un complot del que responsabiliza a policías nacionales, fiscales y jueces. En su declaración por falso testimonio en el TSJB aseguró que miembros de estos dos colectivos, de los que hasta ahora nunca habló, iban a orgías en el piso de un directivo del Grupo Cursach y negó las evidencias aportadas por un informe policial sobre sus mentiras.

Sin embargo, el siguiente testigo en declarar, un médico, dejó claro que nunca sufrió las lesiones que dijo que le habían causado unos sicarios en una de sus decenas de denuncias.

En julio de 2017, el testigo 29 denunció que le habían golpeado en el garaje de su casa, lo que dio lugar a varias detenciones, condenas de cárcel y prisiones preventivas ordenadas por el juez Manuel Penalva. El informe policial señala dos cosas: en primer lugar que el testigo estaba a más de tres kilómetros de su aparcamiento cuando avisó a la policía para decir que le acababan de agredir, según la geolocalización de su móvil y, en segundo, que las lesiones que dijo haber sufrido, en realidad provenían de un accidente de tráfico.

El antiguo testigo protegido intentó reafirmar esa agresión en base a las condenas que se produjeron. Sin embargo, este miércoles declaró el médico que le trató tras ese accidente de tráfico y que le realizó varias pruebas diagnósticas. En ninguna de ellas se reflejan las lesiones que el 29 dijo haber sufrido, lo que deja en evidencia el episodio. Sobre la localización de los móviles, la atribuyó a un error.

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El ahora investigado tuvo margen en dos horas de declaración para enfrentarse con los fiscales Anticorrupción desplazados desde Madrid para esta instrucción. Afirmó que uno de ellos no quiso aceptar determinados documentos suyos. El fiscal le emplazó a que los aporte su abogado cuando quiera en la causa.

Lo que sí aportó este miércoles el testigo son una serie de correos electrónicos de los policías autores de los informes a un abogado que ejerce la acusación particular y que representó a los rumanos y que provienen de servidores de la Policía Nacional. Según dijo, alguien los dejó en su puerta. El 29 comparte defensa con el exinspector del Grupo de Blanqueo de la Nacional

El juez admite la declaració de uno de los policías imputados

Finalmente, uno de los agentes del Grupo de Blanqueo investigados comparecerá en octubre ante el magistrado del TSJB Carlos Gómez.

El subinspector del grupo había solicitado una comparecencia voluntaria el pasado mes de junio que fue rechazada por el juez, lo que motivó un recurso del fiscal. Finalmente ha accedido.