Imagen del pasado inicio de curso en Baleares. | Toni Planells

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El conseller d'Educació, Martí March, ha defendido este miércoles la apertura de lo colegios de forma escalonada el próximo 10 de septiembre y ha pedido colaboración a las familias y a toda la comunidad educativa para evitar contagios de COVID-19.

No obstante, ha precisado que comprende los temores de los padres, pero ha insistido en que las escuelas son más seguras que otros entornos. «No queremos retrasar la entrada a los centros educativos, hemos tomado la decisión con la Conselleria de Salut y retrasar la escuela no sería una solución». En este punto ha argumentado que, salvo Asturias, todas las comunidades están abriendo los colegios.

El conseller ha pedido la colaboración de todo el mundo y que se cumplan los protocolos. «Abrir las escuelas es una necesidad de igualdad de oportunidades», ha justificado.

March ha precisado que este curso escolar hay 110 alumnos más que el pasado, mientras que lo habitual era tener unos 2.000 escolares más cada año. En concreto, en el curso escolar 2020-21 habrá 170.369 alumnos.

Este curso habrá 560 profesores más: 397 más en la pública y 163 más en la concertada. Desde 2015 Baleares cuenta con 2.071 docentes más. Habrá un grupo de docentes, de intervención rápida, para realizar sustituciones en función de las necesidades de los centros. La intención es que se pueda sustituir de forma inmediata a los profesores que den positivo en coronavirus o tengan que estar en aislamiento. Esto se planteará en la mesa sectorial d'Educació.

El curso 2020/21 incrementará la plantilla de educadores sociales (TISOC) con 25 profesionales más hasta llegar a un total de 51 en todas las Islas. Los educadores aplican actuaciones dirigidas a prevenir, reducir y eliminar las dificultades sociales que provocan problemas de convivencia, absentismo, fracaso y abandono prematuro tanto en primaria como en secundaria.

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Por otra parte, la inversión en limpieza se ha incrementado en un 20% más en todos los centros educativos. Para ello se ha previsto una inversión extraordinaria en los centros que no son de educación infantil y primaria y se ha facilitado a los ayuntamientos ayudas para hacer el incremento en estos centros además de prever un incremento del módulo de centros concertados con el fin de que también se incremente la limpieza en estos centros.

En el caso de los comedores, los centros contarán este curso con unos 190 monitores más. El titular d'Educació ha destacado la importancia de este servicio.

En relación a las ratios, ha precisado que serán de unos 20 alumnos, aunque ha precisado que algunos centros pueden tener algunos más si cumplen otras variables como las mascarillas, la distancia de 1,5 metros y el lavado de manos. En la pública las ratios serán de 16-17 alumnos y en la concertada de unos 23. «Esto supone una bajada muy importante de las ratios en relación a otros cursos», ha destacado.

March también ha explicado que todos los centros han ampliado espacios para poder desdoblarse; además hay unos 67 espacios que han cedido los ayuntamientos. También se podrán 24 aulas modulares nuevas.

El conseller ha recordado que el curso empezará en el escenario B, de semipresencialidad, aunque ha reconocido que los centros habían trabajado mayoritariamente el escenario A, de presencialidad.

También ha señalado que la Inspección Educativa tendrá los datos de todos los alumnos que tengan que estar en cuarentena debido a la COVID-19.

March está acompañado por los directores generales de Planificació, Ordenació i Centres, Antoni Morante; Primera Infància, Innovació i Comunitat Educativa, Amanda Fernández; Personal Docent, Rafaela Sánchez; y por el secretario general, Tomeu Barceló.