Los ERTE y cierre de empresas ha provocado un aumento de los impagados en todos los sectores de consumo. | Archivo

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Más de 30.000 baleares no pueden hacer frente al pago de créditos bancarios, personales y gastos de tarjeta por encontrarse en una situación financiera crítica que les impide afrontar las deudas que tienen contraídas con las entidades financieras y resto de acreedores. La situación se ha agravado desde marzo por la COVID-19 y la pérdida progresiva de poder adquisitivo en las familias.

«La situación económica de muchos baleares se ha visto perjudicada sobre todo porque muchos de ellos tienen trabajos temporales en el sector servicios y turismo y cuya incorporación como cada año se ha visto retrasada o ni se ha llegado a dar por la situación sanitaria que vivimos y por tanto, no han podido hacer frente ni a los pagos más esenciales, ni a los créditos que hubieran solicitado con la creencia que podrían pagarlos», indica la directora del departamento judicial de la empresa Repara Tu Deuda (RTD), Ana Isabel García Martín.

Esta empresa, que aplica la Ley de la Segunda Oportunidad para la cancelación de deudas a particulares, señala: «Hemos comprobado que desde abril se contabiliza un incremento de entre el 30 y 40 % de clientes potenciales que no ven otra salida que acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad, dado que su situación no mejora».

El abogado José Sainz de Baranda, representante en Baleares de la sociedad Quita Tu Deuda (QTD), puntualiza: «El aumento de la deuda de las familias va a más y en estos momentos se sitúa en las Islas en cerca de 14 millones, con el consiguiente incremento de los expedientes legales».

PALMA - IMAGEN DEL BANCO DE ESPAÑA EN EL SOLAR DEL ANTIGUO CONVENTO DE LA MISERICORDIA.
El Banco de España vigila la respuesta legal de las entidades financieras.

La situación según ambos juristas se ha agravado hasta cotas insospechables, puntualizan; desde familias que avalaron a sus hijos para la compra de un piso, negocios embargados tras la crisis o cuentas bloqueadas por impagos de tarjetas de crédito o mini créditos, es el perfil de los particulares y autónomos que han iniciado los trámites en las Islas para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad.

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Desde QTD y RTD coinciden en señalar en que no es un trámite complicado, «pero desde que se inicia hasta que se dicta un auto pasan unos meses. Con el cambio normativo introducido por la COVID, se espera a final de año una auténtica avalancha de expedientes a resolver en el Juzgado Mercantil».

Trámites legales

La Ley de la Segunda Oportunidad permite exonerar a particulares y autónomos del pago de deuda a acreedores, siempre que se demuestre que previamente han actuado de buena fe e intentado un acuerdo con los acreedores para aplazar la deuda y fijar un calendario de pago inferior a diez años.

En caso de que no se logra dicho acuerdo, los afectados pueden solicitar un concurso de acreedores y solicitar ante el tribunal la exoneración de la deuda. «No hay juicio ni el cliente tiene que ir a declarar delante de los micros», señalan desde Repara Tu Deuda para quitar el miedo que la población tiene a los temas judiciales.

El procedimiento para acogerse a dicha ley se inicia con la solicitud de nombramiento de un mediador concursal, quien convoca a los acreedores y al deudor a fin de lograr un acuerdo extrajudicial de pagos. De no existir acuerdo, se tramita ante el juzgado competente un concurso consecutivo de acreedores que, de cumplirse con los requisitos legales, finalizará con la exoneración de las deudas, concediéndose el BEPI (Beneficio de Exoneración de Pasivo Insatisfecho) o lo que es lo mismo, la cancelación de la deuda.