Maria Frontera confía en que se quite la cuarentena la próxima semana. | M. À. Cañellas

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Maria Frontera ha afrontado sin duda alguna la peor crisis turística en Mallorca con la COVID-19 y, al mismo tiempo, impulsado con otros empresarios un proyecto pionero que propició, por vez primera desde marzo, ilusión para tener una temporada de julio a octubre. La decisión del Gobierno británico de implantar la cuarentena desde el pasado día 25, ha supuesto un duro golpe porque ahora la temporada pende de un hilo.

¿En qué modo se han visto afectados los hoteleros?

­– Antes de la entrada en vigor de la cuarentena, el 25 de julio, nos habíamos acostumbrados a la evolución de las cancelaciones y reservas en la actual crisis sanitaria. Ahora, con lo que ha pasado, se suman otras cancelaciones que afecta directamente a las empresas que trabajan con el mercado británico. Nunca hemos trabajado con las actuales reglas de juego.

¿Tenían una buena previsión?

­– Veníamos de cero y la prueba piloto con Alemania nos devolvió la ilusión, ya que se podía recuperar parte de la temporada que se daba por perdida. Logramos con esta reactivación que el 60 % de la oferta de alojamiento decidiera abrir, pero lo sucedido hará que nos quedemos en un 57 % y que aquellos que esperaban iniciar su actividad en agosto, a causa de la cuarentena no lo harán en su totalidad. Estamos sumidos en muchos cambios de un día para otro, lo cual distorsiona toda la planificación comercial.

¿Qué puede pasar la próxima semana si Londres no rectifica?

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­– Lo que pase a lo largo de la próxima semana en Londres es clave para muchos hoteles de Mallorca, principalmente para los que solo funcionan con el mercado británico. Se está trabajando a nivel diplomático entre ambos países y todos confiamos en que se llegue a una solución que beneficie a Balears y Canarias. Sino se logra el objetivo, los hoteles enfocados al mercado británico tendrán que optar por cierre por nula actividad turística y no haber diversificado su producción. A esto añadir, que hoteles que tenían pensado abrir en agosto, ante los nuevos cambios, ya han decidido no hacerlo.

¿Se podrá conseguir el objetivo del corredor sanitario seguro?

­– Numerosas asociaciones empresariales y compañías británicas están haciendo presión a través de varios lobbys, apariciones en la prensa y relaciones públicas, para que Londres modifique su postura o, al menos, la flexibilice para viajar a Canarias o Balears a través de la implantación de corredores seguros sanitarios. Es el objetivo que se han marcado todas las partes y es lo lógico cuando la situación epidemiológica en ambos archipiélagos supera con creces a la que impera en el Reino Unido.

¿Es fundamental entonces la implantación de test?

­– Los hoteleros hemos pedido al Gobierno que exija y presione a la Unión Europea para que se establezca de forma única un control activo de pruebas COVID-19 para los viajeros en origen y destino, si no se quiere dar por perdido el año turístico. Aunque la aplicación de esta petición ya llegaría tarde, es necesaria para poder solventar la falta de confianza que existe actualmente en el mercado turístico español. Se tienen que aplicar los mismos controles que se realizan a los ciudadanos europeos a todos los que entren en Balears.

¿Qué futuro vislumbra?

­– Complicado, pero todos aquellos hoteles que hayan diversificado su comercialización con varios mercados seguirán adelante en una coyuntura muy compleja.