El consejero delegado de Meliá, Gabriel Escarrer. | M. À. Cañellas

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El consejero delegado de Meliá, Gabriel Escarrer, ha considerado que a España le ha faltado «proactividad diplomática de alto nivel» para tratar de frenar la cuarentena dictada por el Reino Unido para los pasajeros que vuelvan de España, decisión que atribuye a razones «políticas» y no epidemiológicas.

Escarrer ha criticado con dureza las declaraciones del director del Centro de Emergencias, Fernando Simón -quien agradeció a Bélgica y el Reino Unido que desincentiven los viajes a España porque así se reduce el riesgo de importar casos de covid- que define como «sencillamente impresentables».

En declaraciones , Escarrer ha dicho que en España «en el plano diplomático ha faltado proactividad a alto nivel» e intensificar la comunicación sobre los altos niveles de seguridad que el país ofrece a los turistas.

De hecho, los datos de contagios en los dos archipiélagos y en Andalucía y la Comunidad Valenciana son muy inferiores a los de Reino Unido, por lo que la ausencia de fundamento epidemiológico «nos lleva a pensar que la precipitada decisión del Gobierno británico se debe a razones de otra índole, probablemente políticas».

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Es «sencillamente impresentable que el portavoz científico del Gobierno haga declaraciones sin fundamento epidemiológico, contraviniendo todos los esfuerzo de la sociedad y el Gobierno con el turismo para mantener los empleos y crear riqueza» afirma el CEO de Meliá, que añade que «cabría esperar de él que aportara argumentos científicos contra la injusta y dañina decisión del Gobierno británico».

En el caso de Meliá la cuarentena británica «puede que nos obligue» a suspender alguna reapertura prevista para hoteles en destinos con más peso del turismo inglés, como Benidorm o Baleares y supondrá pérdidas de ingresos en destinos ya muy perjudicados, pero Escarrer no da el verano por perdido para el mercado doméstico y «esperamos que para otros mercados».

El también presidente de Exceltur confía en que la decisión británica no tenga un «efecto bola de nieve» sobre otros países emisores de turistas, especialmente en la Unión Europea, «donde creemos que hay rigor, espíritu de colaboración y solidaridad».

Las cuarentenas tampoco tendrán, a su juicio, efecto arrastre sobre el turismo nacional: tal como preveían en el sector el mercado doméstico está siendo clave y se está comportando «todo lo bien que cabía esperar» habida cuenta de la situación económica y laboral de muchas familias y de la incertidumbre respecto al futuro.

Según sus datos, el 90 % de las reservas proceden de clientes nacionales y en las ultimas 2-3 semanas había comenzado a reactivarse el mercado británico