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El programa de tratamiento de agresores machistas del Ayuntamiento de Palma atendió en 2019 a 113 hombres, de los cuales 56 de ellos justificó los comportamientos violentos durante las sesiones de trabajo pedagógico y psicológico.

La concejala de Justicia Social, Feminismo y LGTBI en Cort, Sonia Vivas, ha explicado este martes en una rueda de prensa que los varones que participan en este servicio municipal lo hacen de forma voluntaria y sólo ellos pueden solicitar participar en él.
Vivas ha asegurado que «muchos agresores no se reconocen como tal» y que, a su vez, son también «víctimas de una sociedad que los fabrica».

«La sociedad tiene que ser la vía para solucionar esta, no sólo la vía punitiva, sino también la pedagógica», ha alegado la concejala, quien ha censurado que haya «una estructura social que se llama patriarcado que ahora se ve más reforzada que nunca, generando que cada día haya más maltratares que el día anterior».

Los hombres que participan en este servicio municipal, que cuenta con un presupuesto de 74.390 euros al año, realizaron el pasado año una media de 25 sesiones grupales de intervención psicológica dos horas a la semana.

Vivas ha señalado que los participantes en este programa tienen desde 16 a más de 70 años, la mayoría son de nacionalidad española y la mitad tiene estudios secundarios, mientras que el resto cuenta con estudios primarios.

Ha detallado que «la violencia machista es algo que es evidente que la llevan a cabo los varones». «Parece que se está intentando borrar la realidad de lo que se hace a las mujeres», ha añadido.

De los 113 agresores que participaron el año pasado en el programa, el 66 % presentaba dificultades para identificar los procesos emocionales, el 44 % tenía dificultades comunicativas y cuatro de cada diez presentaban problemas para ponerse en el lugar de los demás.

El área de Cort atendió todas las solicitudes en un plazo de cinco días, y en total se realizaron 324 citas individuales y 242 sesiones grupales.

Vivas ha indicado que el 85 % de los participantes en el programa finalizó con éxito la terapia, si bien el resto, que no acaba el programa, suele ser reincidente. «Un agresor machista es reincidente siempre si no hay un trabajo de de construcción», ha puntualizado.

La concejala no ha concretado las cifras de participan en la terapia respecto a ejercicios anteriores que estos datos oscilan entre tres y cuatro hombres «para arriba o para abajo».
Además, ha anunciado que el consistorio ampliará la dotación económica destinada a este servicio para ampliar las horas de terapia y las actuaciones de los psicólogos del servicio.
«El machismo es una enfermedad de transmisión social», ha censurado Vivas, que ha abogado por trabajar «el problema» por la vía pedagógica ya que «alguien que está en prisión cumpliendo condena por algo que considera que es injusto, no sale pensando que lo ha hecho mal».