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Las poblaciones de Baleares de las distintas rapaces protegidas -águilas, buitres y milanos- evolucionan favorablemente, según los datos hechos públicos este miércoles por el conseller de Medio Ambiente y Territorio, Miquel Mir.

Mir ha dado los datos correspondientes a los censos de cada especie protegida, con motivo de la presentación del libro El águila de Bonelli en Mallorca. Una pieza necesaria, realizado a través del proyecto ARES y ejecutado por SEO Birdlife, ha informado el departamento autonómico en un comunicado.

El editor Guillem Forteza, de editorial Balear y el impulsor de la reintroducción de la especie, Joan Mayol, han presentado el libro dedicado al águila de Bonelli (Aquila fasciata), una especie en peligro de extinción y que empezó a ser reintroducida en Baleares en 2011.

El último censo de esta ave, finalizado el pasado mayo, detectó 10 parejas en la Serra de Tramuntana y en el Migjorn de Mallorca y confirmó el nacimiento de 7 polluelos. En comparación con los dos años anteriores, se ha mantenido el mismo número de pollos que han sobrevivido a pesar de que cae la productividad de las parejas, puesto que en 2018 y 2019 solo había 8 parejas.

En cuanto al buitre negro (Aegypius monachu), en 2020 ha habido 39 nidos ocupados, 34 de ellos tuvieron puesta y de estos, han salido adelante 27 pollos. En 2019, se detectaron 45 nidos, 40 con puesta y 34 pollos; mientras que en 2018 fueron 39 nidos, 33 con puesta y 26 crías.

De buitre leonado (Gyps fulvus), este año se han contabilizado 12 nidos ocupados seguros y dos posibles, con 12 pollos volados, mientras que el año pasado hubo 19, de los cuales siguieron adelante 17 pollos. En 2018, las parejas fueron 18 y hubo 12 pollos.

Además, en Mallorca, durante 2020 se han censado 14 nidos de águila pescadora (Pandion haliaetus) y 11 pollos. Esta cifra, en 2019 era de 12 y 14, respectivamente, igual que la de 2018.

En Ibiza se han contado tres nidos y 2 pollos este año. El año pasado, en cambio, hubo dos nidos con 6 crías y en 2018 se detectaron dos nidos.

En Menorca, los datos las recoge la Societat Ornitològica de Menorca (SOM), que este año ha censado 4 nidos ocupados, con tres parejas y un ejemplar solitario, y 6 pollos que han salido adelante.

Respecto al milano (Milvus milvus) en Mallorca, el censo de este año, hecho en Llucmajor, Marratxí y Campos, ha constatado la existencia de 79 nidos ocupados, de los cuales 53 tenían crías. En total hay 114 pollos.

Medio Ambiente ha destacado que, desde 2016, el censo de esta especie se hace por sectores y de manera alternativa, para que cada tres años se pueda hacer una valoración conjunta de esta rapaz y de la tendencia que sigue su población.

Además, este año, se ha observado un segundo nido de esta especie en el Parque Natural de Mondragó donde, en total, han nacido 4 pollos. El milano es una especie en peligro de extinción y que cuenta con un plan de recuperación específico que tiene por objetivo reducir su mortalidad y asegurar un hábitat de calidad.

El conseller ha agradecido los esfuerzos llevados a cabo: «La tarea ingente no sólo por reintroducir y garantizar la supervivencia del águila de Bonelli, sino aquella hecha a partir de los planes de recuperación que nos ha permitido que las poblaciones de aves rapaces en las Baleares vayan incrementando poco en poco».

Mir ha recordado que los programas para la recuperación de especies son imprescindibles para garantizar la conservación de la biodiversidad de las Islas Baleares y que ejemplos de éxito como el del águila de Bonelli ratifican la necesidad de seguir trabajando en esta dirección.