Imagen del Jumeirah del Port de Sóller. | Lluc Garcia

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El aeropuerto ha visto cambiar su estadística en veinte días y la planta hotelera de Mallorca ha pasado del mayor de los pesimismos a una situación de ligera mejoría. En el caso de la planta de alojamiento turístico, según la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca y la Agrupación de Cadenas Hoteleras (ACH), tras la reactivación de la demanda turística, el número de hoteles que estarán abiertos oscilará entre los 450 y 500. Todo dependerá de lo que suceda a partir de la próxima semana con la llegada del turismo británico.

El presidente de la Asociación Hotelera de Palmanova-Magaluf, Mauricio Carballeda, reconoce que era impensable hace un mes «decir que íbamos a poder abrir 30 hoteles en julio, pero el cambio de rumbo en el mercado británico lo explica en parte».

Añade que «esto no palía en absoluto el balance de una temporada turística que será mala por la COVID-19, pero por lo menos abrimos para dar empleo y beneficiar a nuestros trabajadores. Creemos que hasta 2022 no lograremos recuperar todo lo perdido por la actual crisis».

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Jaume Horrach, presidente de la zona de Alcúdia-Can Picafort, resalta las dudas que hay en las empresas: «Se lo están pensando mucho, pero creemos que a final de mes estará operativa el 50 % de la planta de alojamiento. Es un año muy complicado, pero hay que intentar animar a la gente para seguir adelante y que este año sirva para afrontar con otras miras e ilusiones el 2021 y el 2022. Los empresarios queremos trabajar y dar trabajo, de ahí que vamos a perder más estando abiertos que cerrados, pero es un deber nuestro estar a la altura de las circunstancias».

En la Playa de Palma ha sucedido lo mismo. La presidenta de la zona, Isabel Vidal, puntualiza que al final tendrán operativos unos 67 establecimientos, el 50 % de la oferta. «Las ocupaciones medias son muy bajas, ya que la previsión es tener un 36,5 % en julio, un 34,8 en agosto y en septiembre mejora hasta un 42 %. Lo cierto es que la prueba piloto en la zona ha servido para promocionar una Platja de Palma muy diferente a la tradicional. A esto, sumar que la oferta de restauración también ha sabido responder».

El presidente de la Asociación Hotelera de Palma y Cala Mayor, Javier Vich, afirma que de los 72 hoteles asociados «tendremos operativos unos 45, tanto en lo que respecta a los hoteles urbanos como los hoteles boutique. La situación es muy complicada, porque las reservas van entrando muy lentamente y el temor es que los rebrotes de coronavirus echen por tierra el esfuerzo empresarial. Hay confianza, pero cualquier factor distorsionante puede generar serios problemas económicos».

Las cadenas hoteleras, por su parte, se encuentran en plena fase de aperturas de establecimientos en Alcúdia-Can Picafort, Platja de Muro, Capdepera, Cala Millor, Cala D’Or, Colònia Sant Jordi, Peguera, Santa Ponça, Camp de Mar, Sóller y resto de enclaves vacacionales. La oferta de turismo rural, agroturismo y turismo de interior ha entrado en la misma dinámica por la reactivación turística.