Una paciente se somete a un examen de visión tras el confinamiento. | IBO

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Las innumerables horas ante las pantallas han empeorado la visión de los confinados. Así lo constatan oftalmólogos y ópticos, que tras el desconfinamiento han recibido un alud de visitas de pacientes que han sufrido un aumento de dioptrías o sufren molestias visuales. «El confinamiento ha traído gafas», resume de manera muy gráfica la doctora Francisca Perena, del Instituto Balear de Oftalmología (IBO). Ya sea porque «se han roto de tanto usarlas o porque había gente con problemas latentes que se han descompensado con el ordenador». Astigmatismo, hipermetropía, sequedad ocular y orzuelos han traído de cabeza a los pacientes.

Entre las causas, como señala la doctora Monserrat Miró, del Institut Oftalmològic de Mallorca (IOM), está «un sobreuso del ordenador, pasando muchas horas ante la pantalla». El paso de la oficina a casa del trabajo habitual se ha sumado al uso intensivo de televisiones, móviles y tablets como forma de ocio mientras duraba el encierro por la pandemia.

De esta manera, se ha multiplicado «la sequedad del ojo. La lágrima se evapora. El ojo sufre un problemas de sequedad o más escozor, por lo que se muestra más rojo y hay un mayor cansancio».

Por otro lado, «ante la pantalla hay un mayor cansancio visual por la radiación de la pantalla, que es muy superior al papel, por lo que se dan trastornos acomodativos. Tras pasar un tiempo largo sin descanso ante la pantalla, se dan espasmos y un déficit de atención visual».

La doctora Miró advierte que durante el confinamiento, la clínica IOM «ha abierto cuando hemos tenido urgencias, pero la actividad normal se anuló». De ahí que ahora se acumulen las citas de aquellos que sufren molestias.

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Gafas rotas

Tras el paso por el oftalmólogo le sigue la visita a la óptica, que también ha notado un aluvión de clientes.

«Tras el primer mes del desconfinamiento hemos notado más trabajo de lo normal. También es cierto que hemos estado cerrados dos meses. Se han acercado muchos clientes a cambiar gafas rotas. Alrededor de un 10 por ciento de clientes han empeorado su vista de cerca», señala Miguel Martorell, responsable de la oficina de General Óptica en la calle Oms.

Cuidar la visión a base de descanso e hidratación

Los oftalmólogos recomiendan hacer descansos periódicos cuando se está ante la pantalla e hidratar el ojo. «Con un descanso más frecuente, se puede generar lágrima propia o recurrir a la artificial para que el ojo esté más hidratado», dice la doctora Miró.

Alejar la mirada y parpadear para humedecer el ojo ayudan a que la visión descanse. Los niños tampoco han sido ajenos a estos problemas visuales.