La plataforma de estacionamiento de aviones en la zona de Aviación General ha estado al completo durante todo este fin se semana, con más de 30 ‘jets’ privados estacionados. | M. À. Cañellas

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Más del 20 y hasta el 30 % del tráfico aéreo en el aeropuerto de Son San Joan desde el pasado día 21 de junio, fecha en la que se abrieron las fronteras comunitarias en la actual crisis de la COVID-19, está provocado por la afluencia de jets privados y aerotaxis españoles y del resto de países europeos. Esta circunstancia ha hecho que Son Sant Joan sea en estos momentos el principal destino y aeropuerto en el Mediterráneo para el segmento de lujo de la aviación general no regular.

El turismo residencial de lujo y la seguridad de un destino como Mallorca, más aún tras el éxito de la prueba pilo llevada a cabo en la Platja de Palma y Alcúdia-Can Picafort entre el 15 y el 21 de junio, son algunas de las causas que explican esta demanda de Mallorca para el turismo de lujo internacional.

AENA se muestra sorprendida por esta evolución tan espectacular, ya que en quince días el movimiento de aviones en el aeropuerto ha sido de 600, con una media diaria de lunes a viernes de más de 36 y en los fines de semanas se ha llegado a superar los 90 movimientos.

La plataforma de estacionamiento para aeronaves enfrente del edificio de Aviación General «se ha llenado en los fines de semana, por lo que se ha tenido que habilitar espacio para jets privados y aerotaxis en la plataforma de estacionamiento ubicada en frente del hangar de Globalia.

Seguridad

Gestair y Mallorca Air son los dos operadores de servicio (FBO) en el aeropuerto, al que se suman otras empresas que comercializan este tipo de vuelos por todo el mundo, caso de Europair.

«La aviación privada ha ganado visibilidad durante la pandemia. A las fortalezas tradicionales de su modelo de negocio (comodidad, ahorro de tiempo, volar sin escalas al destino y en el horario deseado, tiempos mínimos en el aeropuerto) ahora añade la ventaja más preciada en la actualidad: la seguridad sanitaria», señalan desde Europair.

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Esta empresa, especializada en la organización de vuelos privados, puntualiza que durante el confinamiento «hemos organizado vuelos de repatriación, urgencias médicas y traslados para viajes de negocio para los que se permitía operar. Con el levantamiento de las restricciones operativas, prevemos un incremento de los clientes que utilizarán servicios de aviación ejecutiva ya se para viajes de negocio u ocio».

Las empresas especializadas en este nicho de mercado indican que un vuelo privado «permite marcar origen y destino sin escalas con horarios que se adaptan a la agenda del viajero y no al revés, con la tranquilidad de realizarlo en un espacio controlado y con garantías sanitarias».

Este tipo de turismo de lujo a la Isla que llega a bordo de jets privados procede en un 70 % de Alemania, seguido de entre un 10 y 15 % de España y el Reino Unido, respectivamente. El resto de mercados es meramente simbólico, aunque durante la última semana de junio se incrementó la llegada de vuelos desde aeropuertos suizos, austríacos e italianos.

La previsión de las empresas aeronáuticas es que durante este mes de julio y todo agosto «se incremente mucho más la cifra de aviones privados, ya que este verano Mallorca está de moda en el segmento de lujo porque hay menos saturación turística y la oferta comercial, restauración y de golf es de altísima calidad en toda la Isla».


El turismo europeo de lujo elige Mallorca por su seguridad sanitaria

El turismo residencial de lujo europeo es la principal causa de la rápida recuperación de la aviación privada en la Isla en plena pandemia. La apertura de fronteras el pasado 21 de junio provocó un auténtico boom de jets y aerotaxis de propietarios de viviendas y fincas de lujo. El hecho de que Mallorca esté en los niveles más bajos de contagio de coronavirus ha tenido un efecto llamada positivo en los mercados emisores internacionales.

Empresarios, ejecutivos europeos y familias con elevados recursos económicos con propiedades en la Isla, según fuentes del sector aéreo, son los principales demandantes de estos servicios tan privativos, aunque muchos de ellos tienen en propiedad jets de sus empresa y particulares.