Antoni Amengual tiene como tarea prioritaria recuperar la cohesión del partido tras el congreso. | Teresa Ayuga

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Tenía que ser un congreso plácido, Antoni Amengual encabezaba la única candidatura de consenso para suturar la herida provocada por la marcha de Jaume Font. Sin embargo, las diferencias en los recuentos finales evidenciaron que todavía hay resquemores internos entre los partidarios de Jaume Font y los de Josep Melià. El nuevo presidente asegura que ahora se inicia una nueva etapa y que confía en la lealtad de sus colaboradores, un período que él considera que todos los esfuerzos se deben centrar en reforzar la estructura del partido.

No me negará que la victoria tuvo un sabor agridulce, algunos de los miembros de la directiva obtuvieron más apoyos que usted ...
— Personalmente estoy muy contento de cómo fue el congreso. Obtuvimos el respaldo de más del 85 por ciento de los asistentes, insisto en que estoy muy satisfecho. Lo que ocurrió en las votaciones lo considero anecdótico.

En su discurso final se olvidó de la estrategia de crecimiento del PI y se centró en la economía ... ¿Ya no le interesa el voto urbanita?
— La actualidad pide que se hable de economía, la crisis en Baleares es sistémica y por eso lo hice. Los ejes del debate no son derecha o izquierda, lo importante es sacar a las Islas del hoyo. Mire, si no nos rescata el Estado lo tendremos muy complicado; le confieso que estoy muy asustado por lo que se avecina en los próximos meses. Creo que es el momento de que España en su conjunto sea solidaria con Baleares, del mismo modo que los hemos sido nosotros durante décadas, necesitamos este rescate.

¿Cree que esta crisis supondrá un punto de inflexión en las relaciones de Baleares con el resto del Estado?
— Aquí llevamos más de 40 años viviendo del turismo y nos ha ido muy bien, pero pienso que si España no nos ayuda ahora la sociedad balear abrirá los ojos y dejará de apoyar a los grandes partidos estatales como ha hecho hasta ahora; basta ver el ejemplo de Canarias que sí tiene representación en Madrid. Las regiones más desarrolladas del país tienen partidos propios en el Congreso, y este es el mensaje que tenemos que hacer llegar desde el PI.

¿Qué soluciones aporta el PI a esta crisis ?
— Vaya por delante que no hay varitas mágicas, pero considero que el modelo económico actual basado de manera exclusiva en el turismo debe cambiar y como consecuencia de la mala financiación estamos hiperendeudados. Hay que dar facilidades a las empresas y potenciar la industria, fomentar la colaboración del sector primario con el turismo, ... La apuesta debe ser a medio y largo plazo.

Por cierto, ¿qué le parece el plan del Govern para salir de la crisis?
— Es un documento que no está consensuado y, por tanto, es su plan. Es cierto que han aceptado algunas de nuestras propuestas, pero no se han podido contrastar con el resto de partidos y agentes sociales.

Regresemos al congreso. ¿El PI es un partido dividido?
— Hemos de trabajar para que después de 2023 el proyecto de Proposta per les Illes esté por encima de las personas. Tenemos que hacer marca, este creo que debe ser nuestro trabajo.

¿Le sorprende que se mantengan las afinidades personales a Font o Melià?
— Es lógico que haya determinadas afinidades personales a los líderes de los partidos, pero también debo decir que el equipo actual está muy cohesionado y está con ganas e ilusión; al fin y a la postre esto es lo que vale.

¿Le dan miedo Melià o Font, dos auténticos pesos pesados de la política balear?
— En absoluto. Josep Melià aporta experiencia y Jaume Font no es un afiliado más. Yo escucho a todo el mundo, aunque tengo mi propio criterio; no soy un recién llegado a la política.

¿Cuáles van a ser sus primeras decisiones como presidente del PI?
— Quiero estructurar el equipo para planificar el trabajo y la comunicación. Este año no habrá vacaciones.

Hay un aspecto que no puede olvidarse. No tiene escaño en el Parlament y esto le resta visibilidad al mensaje de Proposta per les Illes ...
— Todavía no sabemos quién será el candidato del PI en 2023, ahora lo importante es hacer el trabajo interno y cohesionar el partido. Para mi no es un inconveniente el no estar en el Parlament, confío en la estructura y en el actual grupo parlamentario.

¿Me dice que no será el candidato del Proposta per les Illes en las autonómicas?
— Sólo digo que ahora no es el momento de plantear este debate, la prioridad es otra: cohesionar el partido. También le digo que yo no renuncio a nada.

¿Un partido insularista de ámbito balear? ¿Una contradicción?
— Si las Islas no vamos juntas no tendremos nunca representación en Madrid. Al PI sólo le falta implantación en Formentera. La balearidad es la esencia del partido, el concepto territorial es básico y debemos admitir que los mallorquines también hemos sido centralistas respecto a Menorca o las Pitiusas.

¿Ningún cambio ideológico en este último congreso de Inca, por tanto?
— La posición ideológica del PI no ha cambiado desde su fundación en 2013, no ha habido ninguna modificación en nuestros estatutos; somos un partido de aquí sin ningún tipo de sucursalismo como tienen otros.

¿A raíz de la crisis con el Pacte de Més per Menorca, el PI está acercando posturas con el Govern de Armengol?
— Desde Proposta per les Illes no hay ningún acercamiento con nadie. Mantenemos buenas relaciones con todos los demás partidos político en el Parlament, pero nada más.