«No se nos ha querido hacer caso cuando solicitamos un protocolo de actuación con más efectivos», lamentan los agentes. | Josep Bagur Gomila

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La Policía Local de Ciutadella está «indignada» por la falta de previsión de refuerzos en el servicio en las fiestas suspendidas de Sant Joan a pesar de que advirtió tanto al Ayuntamiento como a la Delegación del Gobierno, según su representante sindical, Toni Pons (CCOO).

El portavoz de la sección sindical del sindicato en el Ajuntament de Ciutadella ha reclamado a ambas instituciones que no busquen «culpables en eslabones inferiores» y asuman sus errores por las aglomeraciones que se produjeron en Sant Joan.

«No se nos ha querido hacer caso cuando solicitamos un protocolo de actuación con más efectivos, reforzando por igual los tres turnos. La Junta de Seguridad aprobó el dispositivo sin atender las peticiones, argumentando que no eran lógicas, que todos los actos estaban suspendidos y no se necesitaban más agentes. Señalaron que en caso de emergencia estaban los UPR (Unidad de Prevención y Reacción)», ha denunciado a Efe.

Pons también ha detallado la «extraña» orden que les dio el ayuntamiento. «Nos dijeron que actuásemos con mucha pedagogía y sin provocar alteraciones públicas. Nosotros estamos, precisamente, para evitar estas alteraciones, no crearlas. Estamos indignados porque todo el mundo nos señala como culpables, nos responsabilizan de la aglomeración. No lo entendemos y exigimos explicaciones», ha advertido.

La sección sindical de CCOO considera que la corporación «ha confiado en exceso en la población” y se ha negado a escuchar a los profesionales.

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«Estamos continuamente en la calle y sabemos quiénes son los fanáticos de las fiestas. No ha habido previsión o no la han querido hacer. Era de prever y deberíamos ir un paso por delante. Según el ayuntamiento existía un plan b, pero ni lo sabemos ni, visto lo visto, se activó», ha incidido.

En referencia a la falta de presencia policial en el acto que desembocó en una aglomeración de centenares de personas sin guardar las medidas preventivas de seguridad sanitaria, Pons se defiende.

«Era el cambio de turno y nos cogió en prefectura, mientras explicamos las incidencias a los compañeros del siguiente pasan 30 o 45 minutos, tiempo que la Policía Nacional asume la seguridad en las calles», ha esgrimido.

Por último, denuncia que se produjeron más actitudes irresponsables entre los ciudadanos.

«En los bares no se respetaba la distancia de seguridad y constantemente advertimos de la situación, pero no podemos intervenir en grandes aglomeraciones porque somos pocos efectivos», ha lamentado.