La primera mujer asesinada que se contabilizó como víctima de violencia machista en Palma fue Carmen, una mujer de 47 años estrangulada por su pareja en julio de 2003. La última, Sacramento Roca, apuñalada por la espalda por Rafael Pantoja, condenado a 24 años esta semana. | Alejandro Sepúlveda

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En abril del año pasado se contabilizó la milésima mujer asesinada en España desde que se empezaron a seguir los crímenes en 2003. Durante todo ese período, la comunidad autónoma en la que, en relación a su población, más mujeres fueron asesinadas fue Baleares.

Según los datos del Observatorio sobre Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial, la tasa de feminicidios en las Islas ha sido de 4,9 mientras que la media nacional es de 3,1. En total fueron 36 las mujeres asesinadas en las Islas que entran dentro de esas mil víctimas de sus parejas o exparejas. La elevada tasa de Balears tiene un año clave: 2016, en el que las muertes fueron seis, lo que supone una de las tasas anuales más altas de todas las contempladas en el estudio estadístico del CGPJ. Sólo La Rioja tuvo un año peor en proporción, en 2013. En 2017 y 2019 no hubo asesinatos machistas en las Islas.

En general, la estadística muestra que los crímenes tienden a bajar en los últimos años en todo el territorio nacional. El punto de inflexión queda fijado en torno a 2011. Desde ese momento la cifra está por debajo de los años anteriores de forma reiterada, con la salvedad de 2016.

El estudio también pone de manifiesto que Baleares es una de las autonomías en las que menos víctimas habían denunciado previamente a sus asesinos: en el 80 por ciento de los casos no constaban alertas previas. Sólo en Aragón y Asturias hay menos víctimas que hubieran acudido antes a la policía o a un juzgado.

Los datos del Consejo revelan algunos factores de riesgo. Uno de ellos es la maternidad. La presidenta del Observatorio, Ángeles Carmona, señala que un 75 por ciento de las asesinadas tenían hijos, lo que resultaría ser un obstáculo para que se presenten denuncias antes y se salga de una situación de maltrato. Las mil mujeres asesinadas dejaron huérfanos a 765 menores, de los que 499 eran hijos del agresor.

Otro dato mayoritario es que el lugar del crimen suele ser el domicilio, ya sea el común entre víctima o agresor o el de la primera: es donde tuvieron lugar tres de cada cuatro asesinatos. El estudio no arroja grandes diferencias entre meses del año o días de la semana, si bien el día en el que más se han producido ha sido en domingo.

Las características más comunes en los agresores son un hombre con una edad media de 46,3 años y nacionalidad española en el 66,4 por ciento de los casos. En un 46,4 por ciento de los casos, el agresor fue detenido y en un 21,2 por ciento de las ocasiones se entregó o se suicidó. La mayor parte de las detenciones (82 %) tuvieron lugar tras la huida del agresor. La condena más impuesta ha sido 20 años de cárcel.