Josep Adrover juró el cargo en la Catedral, junto al obispo y al vicario general saliente. | Teresa Ayuga

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La Catedral de Mallorca acogió este sábado el acto en que el nuevo vicario general de la Diócesis, Josep Adrover (Calonge, 1966), juró su cargo. Adrover adoptó el «compromiso sincero de dar lo mejor de mí a la Iglesia de Mallorca» y aseguró que los pobres y los enfermos serán su prioridad.

El acto contó con la presencia del obispo, Sebastià Taltavull, y del vicario general saliente, Toni Vera. Jaume Estela, coordinador general de la diócesis, lo condujo. La ceremonia comenzó con una lectura de un texto bíblico al que Taltavull aludió después para hacer una reflexión sobre la organización de la Iglesia y las funciones y la actitud que deben tener sus responsables, los pastores. El obispo pidió la intercesión de Jesucristo para que el mandato de Adrover fuera beneficioso para la diócesis y, junto al resto de asistentes, rezó un padre nuestro.

En referencia al nuevo vicario general, recordó que fue ordenado presbítero en Manacor y que era el rector de las parroquias de Sencelles y Costitx, además del arcipreste del Pla-Nord, vicecanciller y juez del Tribunal Eclesiástico. Asimismo, señaló que era alguien de su máxima confianza y que ello significa que tenían que «caminar juntos».

Respecto al relevo, indicó que había sido «muy normal» y «fraternal» y que con el cambio atendía la voluntad de Antoni Vera. Taltavull también alabó al exvicario general y destacó su entrega «generosa e incondicional».

La ceremonia contó con la asistencia de otros miembros de la Diócesis, así como de familiares y otros allegados del nuevo vicario general.