Las enfermeras ya recomendaban lavarse las manos. | A. C/ A. GARCÍA

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Erlina, Antonia, Francisco Javier y Cristina son cuatro de las alrededor de 6.600 enfermeras que trabajan en Baleares. Su labor es tan imprescindible como en ocasiones invisible.

Con la crisis sanitaria han cobrado un mayor protagonismo, en algunos casos, a su pesar. En el Día Internacional de la Enfermería que se celebra este martes, reivindican su profesión todo el año.

Erlina Vijande, Hospitalización Son Espases: «Hemos dado la talla y estado a la altura, es un orgullo ser enfermera»

Erlina Vijande ha estado trabajando entre semana en el Sindicato de Enfermería SATSE y el fin de semana en la planta 3N de pluripatológicos y medicina interna, convertida en hospitalización de pacientes COVID-19 durante la fase aguda de la pandemia. «La gente llamaba nerviosa al sindicato pidiendo información pero no había protocolos definidos. Tenían miedo», explica. Y como enfermera lo entiende. «Estábamos con mascarillas quirúrgicas en vez de las FFP2 y te lo llevabas a tu casa. Tenías que ducharte y sonreír», recuerda. Para Erlina Vijalde ha habido dos realidades, la de la gente confinada en sus casas y la de los profesionales. «Teníamos que hacer malabares para dejar a nuestros hijos. Tengo a compañeros que cambiaban a los niños en el parking», explica. Defiende que la enfermería ha dado la talla. «Si te llamaba la supervisora ibas. Hemos respondido pero ha sido complicado, psicológicamente nos pasará factura», añade. «Esto no puede volver a pasar, otra ola no sé si la aguantaremos».

Antonia Ballesteros, investigadora: «Hay que poner en valor lo importante, el cuidado del paciente»

Antonia Ballesteros es enfermera de Reanimación post-anestésica y unidad del dolor agudo de Son Llàtzer e investigadora. Antes de la pandemia desarrollaba su tesis doctoral sobre las competencias de enfermeras en el dolor. Además forma parte de un grupo de investigación del Idisba y del de la estrategia autonómica de cuidados. Con la crisis sanitaria, todo se ha paralizado. «Una investigación normalmente tarda años y hasta que se pueda retomar esto quedará disipado. Afectará en todos los ámbitos», augura. Si bien es cierto que «ahora mismo todas las investigaciones deberían ir encaminadas a descubrir al virus y acotarlo», reconoce. Mientras tanto, en el hospital, la pandemia «nos ha sobrepasado», afirma. Cuatro de los enfermeros de su unidad se destinaron a los pacientes de COVID-19. «Nos hemos adaptado a las nuevas necesidades del momento», explica. «Hay que poner en valor lo importante de la profesión que es el cuidado al paciente y seguir hacia delante, va a costar pero somos fuertes».

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Francisco Javier Escudero, UCI Son Llàtzer: «Teniendo en cuenta los recursos, aplaudo a mis compañeros»

Francisco Javier Escudero es enfermero de la UCI de Son Llàtzer desde 2008 y asegura que «lo que hemos vivido no ha pasado antes» y en ocasiones hasta «nos ha pasado por encima». Con el tiempo, reconoce junto a sus compañeros que «no estábamos preparados, no es algo que te enseñen en la universidad». La UCI pasó a tener ocho pacientes de COVID-19 en un fin de semana. «Al principio pensé que no acabaríamos nunca», recuerda. Pero llegó la luz al final del túnel y ahora ve que «se ha trabajado de forma muy profesional teniendo en cuenta no solo al paciente, sino los recursos que teníamos», dice. «Yo aplaudo a mis compañeros por trabajar en las condiciones en las que hemos estado y no por nuestro trabajo diario».

Cristina Elías, centro de salud Son Rullán: «Cuando esto pase hay que recordar el gran papel de la enfermería en la crisis»

Cristina Elías es enfermera de Atención Primaria, trabaja en «la primera línea». Su trabajo se ha centrado en seguir dando asistencia a los pacientes que no podían acudir al centro de salud. «A nivel personal, como mis compañeros, estamos en un estado de alerta continuo», y es que considera que los test rápidos para profesionales se han hecho tarde. También ha notado el problema de la conciliación pues se ha distribuido el cuidado se su hija con su pareja, también enfermera. Sobre el colectivo, dice, «no somos héroes, basta con valorar nuestro trabajo. La sanidad funciona por sus profesionales».

La OMS designó 2020 como el año de la Enfermería

El Consejo Ejecutivo de la OMS designó el año 2020 como el Año de la Enfermera y la Matrona. Justo hoy es, además, su Día Internacional.

En otras circunstancias la calle, y no sólo las redes, se llenaría de actos para visibilizar una profesión que, a pesar de ser mayoritaria en todos los sistemas de salud, es una de las menos reconocidas.